El
senderismo es ejercicio físico muy
recomendable pero no sólo. La depuración de la mente, la pérdida del maquillaje
urbano, sin roles, están siempre disponibles; y aseguro que el desarrollo de estas sensaciones mejora la
sociabilidad.
La ruta aquí
propuesta es una inmersión en tales conmociones.
Se parte de
Riodeporcos, lugar del concejo de Ibias (Asturias). Este pueblo se quedó aislado por carretera con la construcción del embalse de Grandas de Salime (1956); hoy se accede por pista desde Sena de Ibias o salvando la cola del embalse por un puente colgante desde la pista que enlaza con la carretera de San Antolín a Fonsagrada.
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Alcornoque |
El microclima tiene acusados rasgos de mediterraneidad y resalta la presencia de algunos alcornoques,
Los caminos están emparrados y se dan sombra con las cepas de vid. Imagen suculenta.
La ruta está señalizada y sólo que poner un pie tras otro.
La salida del pueblo coloca al caminante en pleno aislamiento. El camino es ancho, carretero, tallado en la pizarra en muchos casos y siempre perfectamente empedrado.
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Emparrados |
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Riodeporcos, muy limpio y cuidado pese a su exigua población |
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Bustelín y su camino |
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Cedida por J.M. Mori |
Poblado de sabrosas truchas sin duda, agua limpia sin duda, máxima calidad ambiental, pero a salvo están los peces porque este humano es incapaz de buscar comida en su entorno. ¡A lo qué se llega! Podrían saltar y hasta volar pero siempre estarían a salvo.
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Cortín |
El cortín no tiene colmenas que proteger y los osos también abandonaron estos parajes.
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Vuelve el embalse, dejamos Riodeporcos |