Geometridae


Había preparado una entrada sobre diversas mariposillas nocturnas -otro día se verá- y se ha retrasado porque parece necesario que la preceda una de esta familia, ampliamente representada en los aires de Asturias.
Sus orugas se caracterizan por moverse  en forma similar a cuando medimos a palmos, con la mano abierta y luego juntamos el meñique con el pulgar; se las encuentra asociadas al tipo de vegetación del cual se alimentan y son conocidas como orugas geómetras, que adoptan postura de tallito que brota de una rama o mimetizando el sustrato para mejorar su defensa. 








Texto y fotos del autor salvo indicación expresa

MÁS RANUNCULÁCEAS A LA VISTA


Sus flores son fundamentalmente entomófilas, preferentemente polinizadas por insectos (moscas, avispas, mariposas, polillas, y escarabajos.
Los atraen a base de órganos llamativos y coloreados, que avisan de riqueza a su vista de ultravioleta; algunas son polinizadas por aves; o de olores que animan a desovar (no todos buscan libar el néctar). Este panorama de complicada apariencia es, en realidad, de lo más sencillo que ofrecen los mecanismos naturales, los engranajes son infinitos cada vez que los humanos atisban uno exclaman:
-¡Gran avance en el conocimiento de la reproducción  de los vegetales con flores! 
Estas plantas prefieren climas templados y hábitats húmedos y algunas están adaptadas a la vida acuática. Los que bien en el agua son comunes en España y en toda Europa. Necesitan cursos de agua de caudal escaso o moderado, también en charcas. Vive siempre más o menos sumergida aunque las flores han de flotar.
El R. bulbosus es considerado una mala hierba, quizá porque crece en terrenos secos carga con la culpa de que su suelo no sea todo lo productivo que los humanos desearían. Tiene velludo el tallo, los sépalos vueltos hacia abajo y, como indica su específico, un pequeño bulbo.
R. bulbosus     










R. ficaria
R. ficaria tiene las hojas brillantes y resulta muy prometedora fotogénicamente pero el brillo de sus órganos empaña los resultados. Se encuentra en  en lugares sombreados, frescos, márgenes de arroyos y zonas húmedas. Las raíces son  tuberosas, con engrosamientos que recuerdan a las hemorroides, por lo que se conoce como hierba de las almorranas (cuando se creía -¡lo que es la fe!- que la forma de un órgano de planta indicaba que era la adecuada para tratar la enfermedad de similar traza). Me gustaría vivir dentro 200 años y contemplar, con dulzura, los errores que cometemos hoy. La emoción me devolvería a las cenizas.
Hay otros ranúnculos en diversos hábitats pero no es esta entrada una guía botánica, lo que predico es el desarrollo de la OBSERVACIÓN, una vez fijada la atención, definido y aislado el ser interesante, tomada rigurosa nota de las características medioambientales, pasar al uso de claves y a realizar las consultas que se consideren oportunas. Esenciales son las fuentes a las que se acude y –obviamente- resultan más fiables las de ámbitos universitarios que hoy, las modernas tecnologías, ponen en todas las manos.
Con Trollius europaeus la polinización parece algo más difícil por ser globulosas sus flores. Es una planta esbelta, alta, de flores solitarias, propia de la montaña entre los 900 y los 2.000 de altitud, crece en suelos calcáreos, húmedos. Tiene singular atractivo por la flor esférica y su brillo.
Trollius europaeus
Otras ranunculáceas vendrán a estas páginas y singularmente atractivas. Algo de miedo tengo a que alguno sea seducido por su encanto y decida hacer un florero en casa.
No cabe mejor florero que el lugar en el que han nacido, y que se puede visitar a diario o estacionalmente.
Pero el mundo no es un florero ni un jardín, es el mismo el de las flores que el nuestro y en su cuidado nos va la vida.

COLLADA PROPINDE DESDE PENDILLA
3 de diciembre 1991
Collada Propinde
Panorámica desde Propinde (Peña Rueda va las 11, Aramo a las 12.30 u a su dcha la coma de la Mostayal. Oviedo bajo el manto de nubes)
El pueblo de Pendilla está situado en un valle con la geomorfología, arquitectura y distribución del espacio típicos del sector central de la montaña leonesa en la falda S de la cordillera Cantábrica. Montañas muy redondeadas, algunos restos periglaciares y valles muy abiertos, prados cercados o praderías abiertas; casas de piedra -con dependencias para ganado y sin construcciones destinadas a guardar la cosecha- que forman pequeños núcleos de población, casi deshabitados en la actualidad.
Procedente de Oviedo por la carretera N 630, después de pasar Arbas y Busdongo, se toma la desviación que sale a la izquierda hacia Camplongo.
Rebasado éste dejamos a la derecha la carretera de Tonín y a tres km está el final del recorrido para nuestro vehículo. Al entrar en Pendilla (1.300 m) tomamos el camino de la izquierda y cruzamos el puente sobre el río Camplongo: aquí empezamos a caminar. Seguimos una pista por la margen derecha del río de muy cómodo tránsito. A 1 km cruzamos un puentecillo sobre el arroyo Fornillos que nace en la vertiente NE del Cellón (2.035 m).

Proseguimos unos 2 km casi por llano, dejando a la derecha prados y a la izquierda monte bajo, hasta los 1.450 m aproximadamente. Aquí traza la vía una curva a la izquierda abandonando los prados y la vista sobre el valle, encara la falda de la montaña y se hace un poco más pendiente hasta culminar en la collada Propinde, a unos 4 km.
Peña Rueda
Toda la ladera izquierda a partir del pueblo aparece desprovista de vegetación arbórea. Únicamente en la ribera abundan los sauces y después aparecen algunos abedules salpicando el monte; el resto se compone de brezos, carqueixa, cotoyas y muy escasas matitas de arándanos. No se encuentran fuentes con agua potable. La vertiente opuesta está orientada al NO, totalmente a la umbría, y guarda mucho más tiempo la nieve. Tiene un bosquecillo de hayas con algunos robles, conservado por su climatología particular, claramente más fría; que produce menos pastos y peores. Desde la collada se divisan: el macizo de Ubiña, Peña Rueda, Brañavalera y El Aramo a la izquierda (O); de frente (NO),
Ubiña
en las primeras tierras asturianas, el monte de Mudrielos y el de Cuaña, algunas bocas de túnel y la estación de Navidiello; a la derecha (NE), siguiendo la línea de cumbres en la que estamos, continúan los picos Tres Concejos (2.020 m), Pisones (2.050 m), Llana del Puerto (1.958), y Cueto los Barriales (2.110 m). Éstos son los que cierran la cabecera del río Camplongo y entre ellos aparecen profundos cortes -casi barrancos- producidos por el agua a falta de suelo protector. Son los rendimientos decrecientes debido al sistema de quemas periódicas para la obtención de pastos.
Una vez rebasada la collada y ya en aguas vertientes al Cantábrico, continúa la pista -convertida casi en carretera- por la falda NO del pico Tres Concejos, el Fuertes, y el cerro Navidiello; aquí comienza el descenso por los hermosos mallaos de El Rasón y Las Llanas para terminar en Santibáñez de Murias (a 10,5 km de Moreda).

Ya en territorio asturiano, hasta Santibáñez de Murias hay unos 12 km. En su mayoría discurren por la calzada romana de La Carisa, convertida en pista para sacar carbón para la central térmica de La Robla. J. M. González la dio a conocer en una conferencia en 1976. Esta vía, conocida como “camín real”, fue posteriormente investigada por Carmen Fernández Ochoa.

Parte de León, sigue por Camplongo, Pendilla, altos de La Carisa, “mallaos” de Fierros y Navidiello hasta la Cruz de Fuentes; aquí se bifurca y un ramal sale hacia el concejo de Aller y otro sigue hasta Carabanzo (en el Castiello de Bustiello se encontró una moneda romana de la época de Tiberio) y Ujo. Era esta calzada de un camino de herradura de unos 2 ó 3 m de ancho del que no se conocen tramos enlosados. Al igual que el de La Mesa, discurría por la línea de alturas que dominaban las laderas, lo que permitía gran seguridad a la hora de transitarla.

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