Algunas liliáceas


POR MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ

Las Liliáceas están generosamente distribuidas, se llaman azucenas o lirios a las especies del género Lilium.
Los humanos dicen, de los humanos, que el pensamiento simbólico es uno de los rasgos más característicos de la vida Humana, y  que el progreso y la cultura en ello se fundamentan, y así también esta flor (Lilium pyrenaicum) ha jugado distintos papeles en las empleadas simbologías ya exprimidas en la iconografía, infografía, fotografía, esteganografía, pictografía, etc. En la Francia del siglo XVIII, una flor muy parecida (hay quien dice que ésta) se grababa a fuego en los hombros de las prostitutas (A. Dumas, Los tres mosqueteros)
Lilium pyrenaicum

Lilium pyrenaicum
Lilium pyrenaicum

Lilium pyrenaicum

La aquí traída es la anotada  Lilium pyrenaicum, azucena de los Pirineos, rara, vistosa, propia de tal cordillera y que no es raro encontrar en nichos de acantilados del  mar Cantábrico o en sus mismos bordes. Tienen forma de turbante, son amarillas con manchas negras, anteras de un naranja muy vivo, y se colocan en conjuntos de pocas unidades.

Lilium martagon, de nombre vernáculo martagón o lirio llorón, es propio de bosques y lugares umbríos hasta 2.000 m, no le gusta la solana, es frecuente en los caminos umbrosos, a veces praderas de diente, con suelos moderadamente ácidos, lejos de materiales calcáreos, desde el piso montano al subalpino.
Lilium martagon

Lilium martagon

Lilium martagon

Lilium martagon
Lilium martagon
Los antedichos Lilium son probablemente-para los estetas- las flores silvestres más fotogénicas de la Naturaleza en nuestras latitudes, pero ésta nada hace por mejorar la apariencia, todo tiene una finalidad, es causa o es efecto; los hombres imponen su antropocentrismo y tranquilamente dicen: esto me gusta y aquello no me gusta, ¡la Natura sometida a gustos!

El género Gagea está bien nutrido de especies y su nombre homenajea  a su creador, Gage, el naturalista inglés Sir Thomas Gage, en 1806. Abunda el género en los pisos  colino y montano
Gagea sp.

Gagea sp.
Gagea sp.
Ornithogalum, "leche de pájaro" en griego y al pie de la letra, para justificar el nombre del género  sería necesario hablar con su creador, Joseph Pitton de Tournefort (1656-1708).Estudió con los jesuitas y salvar almas era su destino pero la muerte de su padre se llevó su vocación religiosa al inframundo y se dedicó al estudio de la Botánica.
Ornithogalum pyrenaicum
Ornithogalum pyrenaicum

Ornithogalum umbellatum
Ornithogalum umbellatum

Ornithogalum umbellatum

Con 750 especies cuenta el género según la opinión mayoritaria pero existen discordancias notables en el número por su propia complejidad y por discrepancias taxonómicas entre botánicos.

Erythronium dens-canis es una llamativa flor de la familia que abunda a partir de los 600 m s.n.m. en bosques, matorrales o prados, única especie del género nativa de Europa.
Erythronium dens canis

Erythronium dens canis

Asphodelus es género muy extendido en la Península Ibérica donde se encuentran hasta 13 especies, gamón es el nombre vulgar de la especie albus, la más abundante en el norte peninsular ibérico.
Asphodelus albus
Asphodelus albus

Asphodelus fistulosus
Asphodelus fistulosus
Tiene un sistema radical extenso y desarrollado, crece en pastos o matorrales quemados como colonizadora en la orla de sustitución de algunos bosques.
   
El vedegambre, hierba ballestera, Veratrum album, muy abundante en herbazales húmedos, orilla de arroyos, y comunidades de megaforbios es de muy amplia distribución. Presenta diferencias entre poblaciones separadas pero  no son concluyentes para la determinación de taxones.
Veratrum album

Veratrum album
Veratrum album

Veratrum album

Las hojas son grandes, vistosas, y de un verde fresco y lozano, tentador para una ensalada, pero…¡ojo! es una planta muy tóxica en todas sus partes. También conocida como hierba ballestera por haberse empleado para emponzoñar puntas de flecha de ballesta.

Los vegetales que forman parte de la alimentación de los humanos han sido consumidos durante varios o muchos miles de años y son de garantía. Las viandas deben comprarse en las plazas de abastos, en los supermercados, o a los agricultores; “adquirir” en el medio natural es barato pero MUY ARRIESGADO Y REQUIERE UNA PROFUNDA FORMACIÓN BOTÁNICA; NO ES FÁCIL DETERMINAR UNA PLANTA, ES MUY PROBABLE LA CONFUSIÓN Y POSIBLE QUE RESULTE FATAL.

El caminante debe saber que el senderismo no se trata únicamente de consumir calorías, un gimnasio o una baldosa de pavimento pueden servir para ‘gozar’  de hercúlea apariencia, el vigorismo tan de moda hoy. La entrada busca el foco del observador, del que supone o se sorprende ante lo que encuentra en  camino sombrío, una pradera montana, o un sustrato pizarroso; es un puro regodeo.

AUTOR DE TEXTO Y FOTOS MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ

Braña Xunqueiras


De Parada la Vieja a la Braña de Xunqueiras


POR MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ

Excursión del año 1996

Desde la zona central de Asturias tiene un largo recorrido de coche y el tiempo que se necesita es mucho en relación con los km recorridos, pues la distancia es corta pero el trazado lo ralentiza. Pese a esta introducción algo desalentadora, resulta un viaje muy interesante y absolutamente gratificador.
Siguiendo la carretera de Oviedo a Cangas del Narcea se toma en Portiella la que sale a la izquierda y conduce a Onón. Es una aldea grande, los barrios que hay al lado del río parecen semi-abandonados y sorprenden las antenas parabólicas que vimos. Inmediatamente después del bar sale a la derecha una estrecha carretera asfaltada que, adaptándose a la topografía que modela el agua en los múltiples regueros, se estira en un trazado de innumerables curvas. Para llegar a Castiello, el pueblo siguiente, hay que salvar una fuerte pendiente. Seguimos subiendo hasta Tainás. De aquí en adelante la carretera casi llanea pero es estrecha, tiene muchas curvas y carece de vallas de protección. Pasamos Robledo de Tainás, Cerezaliz (aquí oímos pronunciar Zreizaliz lo que es frecuente en el occidente astur) y por fin llegamos a Parada la Vieja. Al final del pueblo se deja el coche y comienza la ancha pista que no abandonaremos hasta el final.

Unos 14 km ida y vuelta con la esperanza y el temor de topar con algún oso.
Oímos decir que esta pista se hizo en tiempo de la guerra civil (1936- 1939) y más tarde se pensó continuarla como carretera hasta Aguasmestas pasando por La Rebollada, pero no prosperó el proyecto.
A nuestra derecha, en la margen izquierda del río Xunqueiras, hay un espeso bosque de hayas. El río va tan rápido y encajado que no permite la formación de prados en sus riberas. Se descuelga en rabiones y pequeñas cascadas formando cintas de burbujeo. En cambio, la ladera por la que discurre nuestro camino ofrece el desolador aspecto de haber sido talada hace muchos, muchísimos años y, desde entonces, padecer las quemas año tras año; está cubierta de gamón (pita o gamueto, según las zonas, Asphodelus sp.), con manchas de erica, piorno o escoba. A la salida del pueblo vamos entre prados cercados, por sebes arboladas, que tienen numerosas acequias paralelas para distribuir el agua por toda la finca. Se ve a nuestra derecha la redondeada cumbre de Rabo de Asno (1.894 m). Tras remontar una fuerte, aunque corta, pendiente, encontramos a la izquierda una construcción tipo chalé prefabricado con el tejado en ángulo muy agudo, que rompe totalmente la comunión de los diversos elementos que forma este paisaje; nos dijeron que era propiedad de un acaudalada familia ovetense.

Entre Somiedo y Cangas del Narcea hay algunas parejas de osos y los vecinos los ven con frecuencia, por lo que resulta fácil encontrar huellas u rastros fecales. Esta población osera es de gran importancia ecológica porque es la que puede permitir la comunicación entre las de Cangas y Somiedo a través de Leitariegos.
El bosque de la derecha no nos abandona. A mayor altitud hay robles y algunas manchas de abedules; y al otro lado aparecen hayas, más abedules, y abundantes ejemplares de acebos y tejos. Están representadas muchas de las especies arbóreas asturianas: carvallos, hayas, abedules, acebos, tejos, arces, serbales y mostayos.

Discurre el río casi a nuestro nivel y el paseo alcanza gran placidez por el escaso esfuerzo físico que ahora necesita y lo sugerente del paisaje. Encontramos una alambrada, con una portilla (cerrada en los meses en los que el ganado está pastando por aquí). El paisaje no cambia casi nada hasta llegar a la braña de la Vega de la Peña -tiene un sola cabaña en buen estado- que se sitúa en la parte baja de un anfiteatro, cerrado por bosque al E, O y S. Desde aquí parte un camino que se dirige a La Rebollada (se encuentra en el valle del río Pigüeña). Continuando, encontramos antes de abandonar la campera, una fuente, después entramos de nuevo en el hayedo. Tras una fuerte pendiente llegamos al escalón superior del anfiteatro que acoge la Braña de Xunqueiras. Ocupa unas praderías rodeadas por importantes alturas y con la forma de un circo. Sin duda tuvo muchas cabañas a juzgar por las ruinas, aunque quedan muy pocas en pie.

El monte es propiedad, únicamente, de los vecinos de Parada la Vieja, hasta la portilla que encontramos. Con los beneficios de talar una parte se hizo la antigua pista; de ahí en adelante pertenece al resto de los vecinos de la parroquia a la que pertenece (Tainás). Parecen no llevarse bien ambas partes porque al hablar unos de otros se adivina cierta prevención. Con demasiada rapidez, gran autoridad y hasta en tono desafiante, explican al forastero los límites de sus propiedades.

El nombre de Parada la Vieja podría responder a un antiguo puesto de remonta de caballos aunque no pudimos confirmar entre los vecinos su existencia. El ejército español dispuso de sementales, distribuidos estratégicamente, que cubrían las caballerías de la zona de manera gratuita, así se mejoraba la cabaña de caballos y mulas, lo que era de gran importancia por el buen precio de esta energía y lo fácil que era su aplicación.
La carretera de acceso fue inaugurada en la primera mitad de 1993, anteriormente contaban con la pista que ellos mismos habían pagado. Hemos visto otras obras en los alrededores. Parece que en poco tiempo tendrán aceptables comunicaciones. Una amplia zona del concejo de Cangas del Narcea permaneció aislada hasta tiempos recientes; sus habitantes, como buen número de españoles, sólo tenían en común la obligación del servicio militar y la aportación al erario público.

En Parada la Vieja hay ocho vecinos y hasta hace poco contaba con dos bares. Hoy queda sólo uno. El que cerró estaba atendido por una muchacha y su hermano, y era el elegido por los mozos del lugar. El pueblo parece pobre y está sucio. Hay algunas casas grandes, sólidas, con varias dependencias anejas y con un amplio espacio para amontonar el cucho, bolsas de basura, plásticos, pañales, hierros y restos de aperos, completan un pueblo de higiene medieval. Hay cuatro niños en edad escolar obligatoria (8 a 14 años) que permanecen en la Escuela-Hogar de Cangas del Narcea de lunes a viernes. Parece difícil el relevo generacional. En el bar nos comentan que el pueblo mayor de los alrededores es Robledo de Tainás, que tiene 18 vecinos.

Las montañas de los alrededores tienen casi la misma altura, son muy redondeadas, sin arbolado. En lo alto, donde hay mejor suelo y una topografía más horizontal, se sitúan los pueblos y las tierras de labradío; otras zonas más altas -o más bajas y pendientes- están las dedicadas a pasto y cereales. El poblamiento se presenta agrupado, y cada pueblo separado de otro por 3 ó 4 km. No se da la dispersión de la zona central asturiana. En Onón, el bar que hay al lado de la carretera tiene gran surtido de casi todo lo que, de ordinario, se necesita en un hogar. Limpio, con los artículos colocados en cajas de cartón, conservan la meticulosidad y el orden del fundador del establecimiento. Ofrece un aspecto encantador, sobre todo al recordar algunos impersonales establecimientos hosteleros.

Haciendo referencia a la braña de Xunqueras se canta esta canción

Vaqueirina de Xunquera
si acabaste la farina,
vende las vaques y el gochu
y báxate a La Marina.

AUTOR DE TEXTO Y FOTOS MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ

Arcenorio


POR MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ

Excursión del año 1995

Mapa topográfico Arcenorio
¡Salida memorable!
Desde San Juan de Beleño se sigue hacia Viego y, a los dos km de la partida, aproximadamente, se toma una pista de tierra y piedra que sale a la derecha; está señalizada e indica Les Bedules. Dos km después hay un abrevadero y algunas cabañas. Es un magnífico lugar para echar una mirada: al O, el Tiatordos sobre Taranes; al N, El Pierzo; al S, Ten y Pileñes; y al E, Peña Salón.

Más arriba hay otras cabañas. Poco a poco se penetra en el bosque Peloño. El camino no tiene pérdida y se llega a la collada Granceno. Este lugar se reconoce perfectamente. Hay grandes prados cercados por paredes de piedra, una cabaña a la izquierda y, también a la izquierda, una pradera abierta de la que sale un camino hacia el E (conduce al Sen de los Mulos, 1.506 m); a la derecha queda monte bajo cerrado por alambre de espino.
Sen de los Mulos

La pista sigue adaptándose a la topografía que imponen los múltiples regueros que hay. A partir de aquí el hayedo resulta espectacular por su extensión y por la buena salud de la que gozan sus elementos. A unos tres km de Granceno se deja a la izquierda otra pista para seguir por la derecha, y se continúa sin posibilidad de pérdida. Se siguen encontrando arroyos que bajan del cordal Colláu Zorro. Casi se llanea hasta llegar a un punto en el que bruscamente el camino toma orientación S y empezamos a subir. Hasta ahora hubo múltiples ocasiones de ver los Picos de Europa.
 Al S se alzan el Porru Texeu y Les Porres; entre ellos se ve perfectamente un corte, es la collada Guaranga (también llamada de El Abedal). Al llegar sorprenden unas fortificaciones de hormigón orientadas hacia el S, son restos de nuestra última guerra civil.
Formaciones superficiales-Principado de Asturias

Leyenda-Formaciones superficiales-Principado de Asturias
Leyenda-Geomorfología-Principado de Asturias

Geomorfología-Principado de Asturias

Se acaba la pista y ahora es un camino el que se sigue. Hay que bajar casi 100 m hasta encontrar el río Ruaguín, después de llanear medio km por su margen izquierda y de nuevo subir, se acaba el hayedo; se atraviesa una estrecha franja de piorno y, muy pronto, se entra en las espectaculares praderías de El Arcenorio. A la derecha se levantan Ten y Pileñes. ¡Fascinante paraje!
Arcenorio

Vista desde Arcenorio

Entre ambas peñas nace el río Ruaguín y está la collada del Cardal (también llamada de Las Arriondas).
Toda esta zona estuvo cubierta por los hielos y el esculpido presenta rasgos perfectamente reconocibles. Hay pequeños circos glaciares, valles colgados, cubetas de sobreexcavación, y abundancia de materiales morrénicos. En estas praderías hubo varias majadas de las que en la mayoría de los casos no quedan más que las piedras de sus paredes, que permiten conocer la planta de las construcciones. La edificación más sólida y en mejor estado es la ermita.
Ten y Pileñes desde Arcenorio
Arcenorio, Ten y Pileñes

A estos pastos llega el ganado por San Juan y permanece hasta finales de setiembre. Actualmente están administrados por pastor mayor. Siendo pastos tan estupendos no es de extrañar que se presentaran algunos conflictos.
Carta
Carta de amparo a favor del lugar de Sajambre, que es de la merindad de Valdeburón, para que pueda rozar, pacer, cortar, etc. SIGNATURA RGS,LEG,148811,159

Peña Mora desde Arcenorio

Orientamos nuestros pasos hacia el E. Encontramos más ruinas y llegamos a la majada mejor conservada, se llama La Llana. De aquí parte hacia el S el camino para los puertos de Fonfría. Tiene dos fuentes y una capilla con algunas construcciones anejas.
En el s. XIV ya existía en El Arcenorio capilla y albergue, y quien estaba a su cuidado debía tocar la campana en caso de niebla. Se celebra la fiesta en honor de su Virgen el 8 de septiembre.

Bordeamos la pradería por la derecha y llegamos a un circo que se formó en la cara N de Peña Mora -cumbre que inicia el sector asturiano de la Cordillera Cantábrica- en el que hay otra majada.
Vamos hacia la collada La Campa (o Camba). Pudo ser aquí donde se dio la batalla de Pontuvio entre Fruela y los musulmanes. Así aparece recogida esta noticia en la tradición oral:

Se cuenta y dicen por cierto
que en la collada de Campa
han campado muchos moros
cuando se dio una batalla.
Esta Virgen de Alcenorio
mereció ser coronada
por el milagro que hizo
cuando ganó esta batalla.

En esta collada se inicia el nacimiento del río Sorrello que corre en sentido NE y se une al Roaguín para formar el Cermozos. De la unión de éste con el Canalina se forma el Mojizo, que organiza la red fluvial que avena el monte Peloño. En el mismo nacimiento del Sorrello se ve un camino que atraviesa una pradería con una majada. Nosotros seguimos faldeando hacia otra collada -de Juspabierna- que tenemos enfrente; desde aquí rematamos en Collada Llaete a través de un marcado sendero (que lleva a Pío).
Arcenorio

Cima de Peña Loto

Esta cumbre es un lugar privilegiado. El impresionante monte Peloño enlaza con Mampodre y ofrece una visión de las que dejan huella. Al E los Picos de Europa, Sierra de Beza, Soto y Oseja de Sajambre. Al S Peña Mora; al O Ten y Pileñes; al N El Niajo, el Sen de los Mulos y el Colláu Zorru. Desandamos lo andado con el agridulce sabor de un día magnífico y una duda sobre el incierto futuro de estos lugares y de los beyuscos, sus pobladores.
De nuevo en el punto de partida, recomendamos el regreso por Viego a salir al puente Vidosa. La carretera es sumamente estrecha y requiere toda nuestra atención, pericia y prudencia.
Una antigua canción recogida por d. Aurelio del Llano Roza-Ampudia alude a la collada de las Arriondas, que separa Ten y Pileñes:

Al puerto de las Arriondas
tengo bajar cuando quiera,
tengo los mis amores,
pero aunque no los tuviera

AUTOR DE TEXTO Y FOTOS MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ

Toponimia II


DAR NOMBRE,  APODAR, DENOMINAR, NOMINAR, MOTEJAR, BAUTIZAR


POR MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ

Gran Canaria

La toponimia es el troquel que asigna una parcela a un nombre estableciendo una relación de correspondencia entre uno y otra. Un nombre común, llave, pasa a ser propio cuando se convierte en La Llave. Muchos cambios afectaron a la propiedad y explotación de la tierra. Y en esta cambiante realidad tiene la toponimia su papel.
Relaciones topográficas Felipe II

Y también mucho antes, cuando estaba más cercano el origen de los nombramientos, al menos de algunos. En el siglo XVI ordenó D. Felipe II elaborar un inventario y describir con los nombres todas las ciudades, villas, pueblos y lugares de sus reinos de España. Designaba la Real Orden a los que debían interrogar y a quiénes, preguntándoles por el nombre del lugar y su origen. El resultado: sólo un 10 % dio respuestas verosímiles teniendo en cuenta, además, que eran muy elementales, pues las hacían depender de la visita de un caballero, la cercanía de un río, la abundancia de piedras, la presencia de tales o cuales vegetales, etc., pero sin interpretar la causa de su aplicación a tal lugar. La mayoría, inmensa mayoría de los españoles, ignoraba el origen del nombre del lugar en el que habitaba. Todo lo más, si el nombre era reciente como en el caso de algunos que empezaban por Torre o Villa (PORLAN, 1998).
Diccionario de caminos 1576

La identificación de un arroyo trajo de cabeza al Conde de B. durante mucho tiempo, lo que no resulta extraño dada la cartografía de que disponía. El 22.07.1952, don J. Á. de T., abogado ovetense, escribe al Conde de B.:

“[...] sin perjuicio de que le remita al Procurador la demanda de conciliación, y con objeto de tener despejado para nuestro propio gobierno todo lo relacionado con el asunto, me agradaría que me informara Ud. sobre los dos puntos que pueden ofrecer alguna duda.
Uno de ellos es que si Boste-Oscuro o Bostescuro que aparece en los títulos antiguos no será el Monte-Oscuro actual, que según está en el planito en colores que Ud. me dio, también linda por dos lados con arroyos o regueros, como Ud. podrá ver en su mapa de Schultz7 y el mojón de Alienes no veo imposible que se pueda situar en la Sierra que en el plano figura como de Sierra Monte-Oscuro, y lo que pueda significar en bable la palabra “bao”, para poder fijar que es lo que podría ser el Bao de Bosteoscuro. Si “bao” es por lo que pueda significar en el lenguaje marinero, las piezas que unen los costado de los buques y sustentan la cubierta, no le veo a la palabra traducción topográfica [...]”.

Esta identificación es de gran interés porque delimita la aldea de la que el aludido Conde es propietario del dominio directo. El tema no se resolvió y de nuevo se busca la definición en los topónimos. En 1956 una carta del Conde de B. al Conde de T. insiste en aclarar hasta dónde y desde dónde:

 “[...] En la testamentaría de mi abuela, Carmen Fernández de Córdoba, Condesa Vda. de T., realizada ante el Notario de Madrid D. Manuel de las Fieras y Martínez, en 4 de abril de 1908, con el número 148, hay una finca que es un foro, marcado en el inventario con el número 593 que dice: “El ídem directo de la Braña del referido Monteoscuro...Esta palabra referido me interesa aclararla, porque, como es natural, parece indicar que mi abuelo D. Francisco de Borja, Conde de T., que, como un día me preguntaste, y te dije, fue protocolarizada también por el Notario de Madrid D. Rafael de las Heras y Martínez en 25 de junio de 1894. Quisiera que miraras tanto en una testamentaría como en la otra si esa palabra referido Monteoscuro, quiere decir que antes ha descrito otro Monteoscuro que, por ser arrendable, y no un foro, no consta en esa relación de foros de mi abuela en las adjudicaciones de mi madre, antes de ella habla de otro Monteoscuro, y luego te diré porqué me interesa. Este y otros foros adjudicados en parte a mi madre, por esa testamentaría de la abuela, los tenía ésta en usufructo procedente de la testamentaría de su marido. Monteoscuro es una estribación de una cordillera en Tineo, y en ella tenemos, además de ese foro de la Braña de Monteoscuro, otra Braña arrendable que desde principios de este siglo se llama Barreiros, y en la escritura de compra del siglo XVI se llama Bosteoscuro, que es tanto como decir Monteoscuro. Pues bien, mi pleito del art° 41 de la Ley Hipotecaria sobre este Barreiro, lo he perdido en el Juzgado y en la Audiencia, por considerar ambos que no era aplicable dicho artículo, y lo tengo que volver a empezar como juicio declarativo de mayor Cuantía, o pleito de reivindicación. Para empezarlo así, quisiera saber si en esos documentos anteriores se describe bajo nombre de Monteoscuro, también, y entonces, que me copies su descripción para identificarlo, y en caso de ser así, pedir entonces un testimonio notarial de ello [...]”.

Y en 1956, el administrador del Conde de B. en Malleza, le escribe a dicho conde lo siguiente:

 “[...] En la declaración de los testigos la cosa les fue mejor pues estaban bien aleccionados y la declaración del M. G . de muy mala intención y la única de peso. Ellos en el reconocimiento, al reguero de los Moruecos lo llamaron en su primer recorrido de los Moruecos pero al cruce del camino de Arquillina a los Baos tomaba el nombre de Fresnidiello y el reguero de Fresnidiello lo denominaron de Mesías. Yo creo que la cosa va bien pues parece que el Juez está compenetrado con nuestra causa. Lo que no se puede es garantizar nada pues según T. tiene mucha influencia con el clero entre ellos con el Padre U. que ya les ha sacado más de una vez de apuros [...]”
En un documento de régimen interno de la Casa de Toreno de 1956 sobre el estado de la cuestión de los pleitos de esta Casa: “[...] Celestino Castro es el abuelo de M. C. Parrondo. La defensa de éste consiste en decir que lo que ha puesto a su nombre no está en Fresnediello, sino en La Arquillina. La descripción en las hijuelas de La Arquillina, que fue foro de la Casa, dice que Arquillina linda con el canal de los Moruecos, cuyo divisor es lo que en la braña de Fresnidiello lleva de esta Casa Celestino Castro [...]”.

Salvatierra

Ciertamente, al cambiar de escala en el estudio de un territorio y llegar a las unidades de propiedad, las parcelas, la toponimia alcanza importancia definitiva; y, como consecuencia, la descripción de los caracteres por minúsculos que éstos aparenten ser. Algo parecido a lo que se hace al mover el tambor de un microscopio pasando de un objetivo a otro de más aumentos: se ve cómo las células forman una especie de adoquinado, y, si se sigue aumentando, las características morfológicas de cada una; y, más aún, con los reactivos adecuados se hacen visibles estructuras interiores que antes no lo eran: Escribe don A. L. C., Ingeniero Jefe de 1ª Clase del Instituto Geográfico y Catastral, al Conde de B:
“[...] en un exhorto del mes pasado del Juzgado de Tineo cumplimentado por Ud., referente al deslinde entre los concejos de Luarca y Tineo, en el lugar que en el mapa figura bajo el nombre de Arbedeiros, en la parroquia de Brañalonga, se describen y sitúan los mojones del 4 o en adelante, a partir del río de Brañalonga [...]por si hubiera necesidad de apelación, sería muy conveniente para nosotros conocer la descripción y situación exacta de los mojones 1 a 3 inclusive, a partir del río de Brañalonga, es decir, este oeste.
Y, un nuevo ejemplo se encuentra en la carta al abogado don L. G. M. (de Luarca) de 13 de mayo de 1958:
“[...] es el caso que dos comerciantes de P., llamados X y Z así como el casero de este último, Y, compraron a los vecinos de La Arquillina, por escritura pública en Soto de Luiña [...] un monte llamado La Albertina, pero han armado tal lío de linderos que resulta que han comprado también a éstos la parte de la Sinjania comprendida entre el arroyo de Fuente del Homeiro y Los Baos, que en realidad no son los Baos sino Los Rellanos [...] pocos días antes, el 21 de marzo, firmaron un documento privado con A y B, vecinos desahuciados de La Sinjania, cediéndoles un trozo de La Albertina sito en La Sinjania que también hacen lindar con Los Baos.
Mucho nombres evocan una organización solidaria del trabajo porque muchas de las faenas se hacían en común y todos los vecinos se ayudaban entre sí. Y también la existencia de espacios forestales, agrícolas y ganaderos propiedad de todos los vecinos del pueblo.
En los pueblos escasean las personas que puedan informar de los nombres de fincas y lugares. Los hijos de los que emigraron a Avilés, Gijón, o Barcelona, buscan sus propiedades para plantaciones forestales, cortar los árboles o arrendarlas, y no pocas veces han de recurrir a los que quedaron en el pueblo para localizarlas. Pero, ya ubicadas, delimitarlas resulta difícil y problemático.


AUTOR DEL TEXTO MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ

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