Caminos

"Provisión al gobernador y alcaldes mayores del Reino de Galicia y al alcalde mayor de Ponferrada con el Bierzo, a fin de que no se cierren los caminos por donde SS. AA. fueron de Ponferrada a Santiago, La Coruña, Lugo y de allí a otras ciudades y villas de dicho reino, llamados caminos reales, para que pasen por ellos los mercaderes y caminantes." Archivo General de Simancas-Signatura: RGS,LEG,148701,22
"Real Decreto de Carlos III, para que se construyan caminos rectos y sólidos que faciliten el comercio de una provincia a otra." Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional-Signatura: PRIEGO,C.16,D.19

Campomanes, atento viajero y preocupado reformador por                       los caminos de España (1760-1784)

JMV García-Hevia - Anuario de historia del derecho español, 1997

No ignoro la existencia de líneas ferroviarias de alta velocidad, autopistas, autovías, pasillos aéreos o autopistas del mar, pero esta entrada debe ser leída por caminantes e ignorada por pasajeros.
Caminar: andar por el camino de un lugar a otro; esta afirmación requiere que el desplazamiento sea caminando y a través de un camino, quedan excluidos otros medios y otras vías. Caminar es hoy cualquier cosa menos transporte de mercancías y personas con prisa, quizá lo serán también las actuales vías cuando domine la teletrasportación.


Parecen obviedades pero no lo son tanto para un aficionado a diseccionar el lenguaje.. Los caminos tradicionales (ganaderos, rurales, vecinales)  están cerrados por desuso y se han abierto pistas para el aprovechamiento de maderas y pastos y, cambiaron recíprocamente,  viales y circulaciones.
Los cruces de caminos  fueron elegidos para la ejecución de reos y exposición

ejemplarizante de sus restos, entierro de suicidas, y  numerosas supersticiones sobre deseos, almas en pena, rezo de oraciones en los entierros católicos (cristianizando el lugar). Constantino Cabal relata con gran riqueza el culto pagano en los cruces, de la que se conserva en Foncebadón (Camino de Santiago) una muestra activa mostrando las piedras y la ofrendas.
Cedida por J. Acacio Suárez
El topónimo cruz, cruce, cruzada, crucero, tanto en singular como plural se tropieza generosamente en Asturias referido a localidades, montañas, ríos.
No hay una definición legal de camino y se ha de entender que son todos los viales no considerados carreteras.
No había caminos y los lugareños levitaban para ir de un lugar a otro, así estaban las cosas hasta que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en 1993
construyó 8.800 kilómetros de caminos naturales por la geografía española con el Programa de Caminos Naturales, aproximadamente. Así las vías FFCC (en desuso)
canales, caminos de sirga, vías pecuarias, sendas, antiguos -¿qué pasó?- caminos públicos  se han reconvertido  porque la masa urbanita suplica un poco más de contacto con la Naturaleza.
Los romanos pusieron en uso varias rutas para entrar en Asturias de las que aquí están las más importantes aunque no en todas se hallaran evidencias arqueológicas: Sella,  Arcenorio. Ventaniella,  Tarna, San Isidro, Piedrafita,  La Carisa, Pajares, La Cubilla, Ventana, La Mesa, Somiedo, La Serrantina, Monasterio de Hermo, Cerredo, Valdeprado,  El Trayecto, y Cienfuegos.

Años, siglos después, Jovellanos dio un extraordinario impulso a la red vial a costa de sus huesos pues penó por estos andurriales buscando la mejor salida a la meseta.
Por muchos de los pasos encontrados discurren hoy las carreteras, y por otros se puede practicar el senderismo más grato que se pueda imaginar, como por la Senda del Arcediano, Senda de La Culebra, La Carisa, Piedrafita, o El Trayecto.
El 13 de diciembre de 2007 se promulgó una Ley para el desarrollo sostenible del medio rural. Se laminan las condiciones de sanidad, educación, comunicaciones, precios de productos agrarios, consideración social…se destrozan los hábitats que se pongan por delante y se legisla chistosamente.
Caminos carreteros, ganaderos, de herradura, y vías pecuarias, formaban una infraestructura viaria que constituía una red de vasos tan compleja como el árbol bronquial.
Sacramental  era el camino por donde bajaban los cadáveres  a enterrar al cementerio parroquial o subía el cura en caso necesario  a dar los Sacramentos y requería un ancho canónico: debían tener cabida el ataúd y un paraguas: […]en las inmediaciones discurre el llamado "Camiño Sacramental" por donde iban a enterrar a los difuntos a la iglesia de Argalo […]
Soltando un burro en la base de una pendiente, sus pasos indican el recorrido ideal para consumir la mínima energía (un asno la marcaba en todas las caravanas de camellos), y así, de tan sencilla manera se construyeron muchas vías de comunicación hasta la revolución industrial y la moderna maquinaria. He leído que tienen particular aptitud para encontrar la mejor manera de avanzar.
A los muy preocupados por la economía –de los €- también les apunto las posibles ventajas de la conservación del patrimonio, y el senderismo.
El suelo es público en los caminos públicos,  mientras distingue el Derecho Consuetudinario, en el Principado de Asturias, parte del entramado complejo del aprovechamiento de las  servidumbres de paso, serventía y tornabuey, que no entraré a describir por largo y engorroso, pero su mención servirá para entender la solidaridad necesaria entre los campesinos para la explotación de sus predios.
Para el desarrollo de trabajos se requería una prestación personal, la sextaferia, de carácter obligatorio para la apertura, construcción, reconstrucción, conservación, reparación, mantenimiento, arreglo, limpieza y mejora de caminos vecinales y otros elementos de interés exclusivo para sus vecinos.
Las Ordenanzas de este principado de 1781, en  el Título X, definen pormenorizadamente
EL REPARO Y CONSTRUCCIÓN de puentes, y caminos, limpia, y dirección de ríos, y pesca en ellos [...] Las capitales de cada concejo…con jurisdicción política, económica y judicial en todos los asuntos que se espresarán en las Ordenanzas que hablen de aquellos, y sobre todos los sujetos que intervengan en ellas.
Los caminos reales eran más anchos, unían ciudades importantes y eran construidos por el Estado. Un Real Decreto de 1848 los clasificaba según su anchura en dos categorías, con 18 pies de firme (unos cinco m de anchura) los de segundo orden. En 1911 se aclara que han de tener “anchura suficiente para que se crucen dos carros…”.

Da la impresión de que los cuidados de los caminos administrados por la democracia directa de las juntas vecinales eran  efectivos ante un trasiego tan disperso y menos concentrado; en el presente  se contempla los puntos de partida y llegada, entre ambos sólo está el ager y sus pobladores, de exiguo número, entre la nada y el vacío.

Se sabe mucho pero está fragmentado el saber, repartido, no compartido, por lo que el conocimiento está limitado a cada persona, a sus intereses y a su capacidad para difundirlo; claro que existen verdaderos depósitos de erudición sobre caminos, bosques, hórreos, prados, piedras, ríos, nubes, gorriones o lagartos, una lista inagotable. Otra obviedad: se ignora lo que falta por saber.

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