TORRE ORNIZ: CUMBRE EMBLEMÁTICA DE LA CORDILLERA CANTÁBRICA

28 de mayo de 1994
Cartografía elemental

Era carencia vital lo que sentíamos por coronar Peña Orniz. Sobre el mapa parecía que no tenía más problema que poner un pie delante del otro unos cuantos miles de veces. Y animados por tan escasa dificultad emprendimos el viaje.
Desde Oviedo por la autopista A-66 se toma la salida de Villablino. Una vez pasado Huergas, salimos en el p. k. 43 por el desvío a Torre de Babia. Es una carretera de pendiente muy suave. Después de 1,5 km -aproximadamente- empieza el descenso hacia el valle del arroyo Torre. Desde el punto en el que se inicia la bajada y durante casi 1 km aparece a la izquierda una morrena lateral que parece una hombrera en el perfil transversal del valle, otra a la derecha y al otro lado del río. Se sigue hasta el final y se deja el coche junto a un molino. Es un camino ancho. A la derecha, hasta el río, hay extensos prados. A la izquierda campera abierta y monte bajo, más adelante hay a las dos manos. 
Aproximación
Se camina muy cómodo, casi llaneando. A 1 km -aproximadamente se cruza el arroyo Torre, poco después la pista gira bruscamente a la derecha. Aquí la abandonamos para seguir por un sendero hasta alcanzar un pequeño
rellano donde, sin duda, en otro tiempo hubo una laguna. La cabecera del arroyo Torre presenta una morfología glaciar. Tiene enormes acúmulos de materiales que por su disposición parecen arcos morrénicos. Desde aquí se ha de subir por una canal que al principio parece infranqueable pero que no
tiene otra dificultad que su acusada pendiente. Al ir ganando altura, se ven muy bien los arcos morrénicos y aparece la laguna de Las Verdes de Babia y el circo de Torre de Babia.
Al alcanzar la collada se da vista al valle del riachuelo Cebolledo, que es el nacimiento del río Sil. Se ve al NE, perfectamente, Peña Orniz y parece accesible. Se desciende hasta el río y se remonta por su margen izquierda hasta la collada que se abre entre Peña Orniz y Peña Congosto (1.283 m).
Duernas y Orniz
Grandes manchones de nieve se conservan donde la ventisca los amontonó. Aquí el cauce del río está seco, y al mismo tiempo que lo cruzamos  llegó una pequeña corriente de agua. Recuerdo que nos pareció que estaban instalando el río para nuestro divertimiento. Este fenómeno tan llamativo
se debió a que el deshielo empezó a producir agua en cantidad suficiente como para permitir la escorrentía.
Alcanzada la collada empezamos a subir por la cara S.SE. Es un gran canchal hasta el castillete de caliza que constituye la cima. Ya se ve El Cornón y la panorámica amenaza con ser impresionante. Lucas se va retrasando y Antón tiene el presagio de que en el tramo final le darán miedo los últimos pasos. La presencia de Lucas y la posibilidad de ver la costa cantábrica le da valor, pero pensar en el descenso le pone los pelos de punta.
Aproximación
La llegada es espectacular. Casi no cabemos en la cima los cinco. La enorme plataforma llamada Las Duernas (en algunos mapas aparece como Las Morteras), el Valle de Lago (con toda nitidez se aprecia el modelado en U y las paredes escarpadas en los bordes que delatan su origen glaciar), el sector O de la Cordillera Cantábrica con el inconfundible Cornón, los Picos Albos, y otros muchos parajes que no pude contemplar porque me pusenervioso. Aquí, 1 cm al N o al S puede cambiar el destino de una gota agua
dependiendo de que vaya al Narcea o al Sil; así de sencillo es decidir su futuro. El temido descenso resultó muchos menos terrible de lo esperado.
Esta plataforma de Las Duernas es una planicie plagada de cráteres (originados por disolución de la caliza y la excavación del hielo que durante la última glaciación cubrió esta superficie) que le confieren una topografía lunar. En todo el arco de cumbres que se extiende entre el Alto del Colladín (1.852 m) y Peña Chana (2.073 m) se acumuló la nieve que alimentó los glaciares de Valle de Lago y Camayor al N (y una difluencia que alcanzaba al de Saliencia); y el de La Forcada, Morronegro, La Majúa y Cebolledo al S.
Antennaria
El hielo saltaba desde Las Duernas al Valle del Lago y originó la gran cubeta que hoy recoge al Lago del Valle.
Duernas
Cima

Androsace villosa
Esta zona que recorremos constituye la misma médula del Sinclinal de Saliencia. Con este nombre conocen los geólogos al gran relieve cóncavo colgado entre los valles de Teverga y Somiedo. Es la mayor de las estructuras plegadas que constituyen la unidad de Belmonte. Está organizado topográficamente
en tres niveles: los relieves montañosos marginales de unos 1.900 m de altitud media (Cordal de La Mesa, Sierra de Cuetalbo-Peña Redonda, alineación Llagüezos- Peña de Gúa); una plataforma a unos 1.750 m (Las Duernas y Camayor); y los valles (Valle de Lago y de Saliencia), de perfil tendido pese a corresponder a tramos de cabecera. 
Torre de Babia conserva los restos de una torre de unos 8 m de diámetro con un muro de cerca 1,5 m. Tiene varias troneras y una ventana cuadrada sobre la puerta. Cerca del pueblo, en el monte llamado 
Hoces
Las Verdes, se han encontrado dos hoces de bronce que están en el Museo Arqueológico de León. Al S del pueblo se localiza el montículo conocido como El Castro, en el que se observan tres líneas concéntricas de fortificación. En Babia abundaron las torres defensivas y la toponimia da buena cuenta de ello: Torrestío, Torre de Babia, Torrebarrio, Solatorre (Peña de Solatorre). En Villargusán existió la llamada “cuesta de la Torre” y en San Emiliano “el Castillo del Griego”.
Algunas canciones aluden al movimiento de pastores y rebaños, cuya llegada y partida convulsionaba los pueblos:

Ya se van los pastores
cañada arriba,
ya ponen las babianas
la ropa fina.
Ya se van los pastores
cañada abajo,
ya ponen las babianas
los zarandajos.
Ya se van los pastores
a la Extremadura,
ya queda la montaña
triste y oscura

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar en este blog