Puentes


AGUA CORRIENTE NO MATA(-ABA) GENTE

POR MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ

El Centro Virtual Cervantes explica el refrán: el agua que se puede beber cuando se encuentra uno en el campo. El agua estancada no es aconsejable para beber, pues suele contaminarse, podrirse y llenarse de verdín. Por extensión, cabe referirse a la conveniencia de estar activo para el propio bienestar. Ha de revisarse el proverbio, es el agua embotellada y de marca la que parece de salubridad garantizada, el agua corriente puede resultar muy peligrosa o mortal. Así han cambiado las cosas en pocos años y las depuradoras resultan imprescindibles para evitar contaminaciones de más grueso calibre; y pronto será necesario adaptar botellas de submarinista para ver la TV.

Se puede asegurar que no todas las aguas corrientes son saludables y también que las estancadas son malas, muy malas, o mortales. Tenemos islas de agua que almacenan agentes secretos de muerte, no se sabe qué contienen pero cuando se escapan producen catástrofes.

Balsa mina de oro de Belmonte
Artículo de Greenpeace sobre balsas mineras

No es nueva la situación, en la literatura romana no se aconseja beber agua del Tíber;  para abastecer a las ciudades se recomienda tomarla en fuentes limpias y llevarla mediante acueductos. La acción del hombre produce las mismas consecuencias desde hace miles de años y vamos bien: continuamos devastando.

¡Agua va! se dijo en España durante siglos.
Al agua corriente, segunda en orden cuantitativo por su notable volumen, forma arroyos y ríos, que constituyen una barrera geográfica para algunos seres mientras otros se encuentran como ‘pez en el agua’.
Las riberas de los ríos siempre han sido propicias para los asentamientos de nutrias, humanos, algunos géneros de roedores, setas, y también de plantas. En nuestras latitudes –sin castores- sólo los hombres han tendido puentes aunque no siempre para unir, y también realizan otros servicios:

No te acuerdas, picarona,
cuando debajo del puente
tú decías suspirando:
-¡Tápame, que viene gente!

Debajo del puente
hay una morena,
que esperaba a su marido
que venía de la verbena,
borracho perdido
por otras morenas


Los vados, antes de los puentes, permitieron salvar los cursos de agua.
El uso de los puentes como vivienda no es literario ni cinematográfico (puentes de San Francisco, de Brooklyn, Manhattan, Triana,  el de Piedra, de los Franceses, o el colgante de  Bilbao –el más famoso del mundo superando al del río Kwai), es el primer paso antes del chabolismo. La vivienda bajo un puente sigue siendo visible bajo los arcos abandonados por obras inconclusas o ruinas inminentes.

El paso por el puente también ha sido tributo: pago al señor laico o secular por cruzar el puente (algo más perfecto es el actual peaje) que se cobraba a los no vecinos que  cruzaban el río -AUNQUE NO SEA POR LOS PUENTES- y devino en un impuesto.


"Expediente relativo al conflicto entre el ayuntamiento de Castro del Río (Córdoba) y el de la ciudad de Córdoba por exigirles el derecho de pontazgo, del cual están exentos por real privilegio." 
Archivo: Archivo Histórico Nacional Signatura:CONSEJOS,1759,Exp.1
"El Concejo de la Mesta con la Dignidad Arzobispal de Toledo, sobre escritura del derecho de pontazgo que se cobra en el Puente de Villarta (Ciudad Real). En 5 piezas."
Archivo: Archivo Histórico Nacional Signatura: CONSEJOS,29295,Exp.1
"Comisión al corregidor de Carrión de los Condes para que haga información sobre el portazgo y pontazgo que Fernando de los Barrios cobra en el Puerto de La Palomera y en el lugar de Bárcena de Pié de Concha."
Archivo: Archivo General de Simancas Signatura: GS,LEG,150010,257
"Comisión al doctor Alonso Ramírez de Villaescusa, corregidor de Valladolid, para que las religiosas de las Huelgas que cobran el pontazgo reparen el puente de Cabezón del que se está cayendo un arco"
Archivo: Archivo General de Simancas Signatura: RGS,LEG,149503,145

Las Ordenanzas para el gobierno de la Junta General del Principado de Asturias de 1781, en el TITULO X precisan DEL REPARO Y CONSTRUCCIÓN de Puentes, y Caminos, limpia, y Direccion de Ríos, y pesca en ellos.

Los Caminos, y Puentes, de cuyo reparo, y construcción, han de cuydarlas Juntas de Concejo son los que van de Concejo a Concejo, y en el segundo domingo de Febrero […] en el art. 43 Luego que se haya hecho algún Puente sobre río grande, o ría, se ha de principiar á cobrar portadgo en el, que igualmente se destina al fondo de caminos…en el 44 fija …dos maravedís por la persona de á pie, ocho por la Caballería de Albarda, ocho por la de Silla, diez y seis por el carro del país, treinta y cuatro por el cargado, sesenta y ocho por la Calesa […]

Los emplazamientos probablemente eran conocidos mucho antes de que se hicieran las construcciones. Tenían amplia base con quilla y popa para encauzar las crecidas, arcos u ojos proporcionados a los caudales máximos. Desde un simple tronco cruzando


Río Aviouga


Río Vallemoro

perpendicularmente el río, de tablones o de piedra hasta ahora que no ignoramos  los materiales empleados, han perdido algunas de sus históricas funciones pero han ganado en fotogenia y han cambiado los cánones estéticos.


Los Arrudos

Sobre el Isorno


Cecos

Orense

Se pasó del uso de materiales, próximos a los cercanos, de los cercanos a los lejanos, de los lejanos a los desconocidos.


La Omañuela

Río Gállego

Puente Gallegos
Hay veces en las que el río engaña a los constructores, anuncia su paso, unos cuantos siglos después cambia de opinión y deja algún ojo en seco, muy interesante geomorfológicamente pero botón de las limitadas, extremadamente limitadas, previsiones de los humanos, lo vocea silenciosamente el viejo puente de Olloniego (Oviedo), así como las crecidas que ahogan algunas viviendas, todo es cuestión del tiempo (al que sólo sabemos medir).


El listado de topónimos sería interminable para los que llevan de una u otra manera los términos PUENTE, PONTE y PONTONES.
Desde las riberas deben verse los puentes porque desde los mismos sólo se ve el río.


Meres

Molín da Coba

Olloniego. Puente en seco desde 1676

Puente romano sobre el río Curueño
Quizá se ha centrado esta entrada en los puentes y sus historias marginando la pureza de las aguas de los ríos a la que alude el título, pero es casi ocioso porque la prensa da diaria noticia de aguas fecales filtradas, depuradoras de acción muy limitada, riadas e inundaciones, metales pesados en el agua, derrame del contenido de camiones cisterna, contaminación en las aguas subterráneas, balsas para retención de lodos rotas o desbordadas, vertidos industriales, y un rosario de penurias que insensatamente sufrimos cabalgando sobre el tigre del progreso.

Saint Jean de Pied du Port (Francia)
AUTOR DE TEXTO Y FOTOS MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ

Rabo de Asno


UN MITO MENOS: TOMAMOS RABO DE ASNO, TAMBIÉN LLAMADO “EL CASTILLO” Y “EL SANTO”


POR MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ

Excursión del 27 de abril de 1996

Estaba  hacía tiempo en nuestros proyectos. La conquista de Rabo de Asno entrañaba dificultades porque la aproximación es larga -que resolvimos con un coche 4 x 4- y grande la diferencia de cota. De Cornellana, por la carretera a Cangas del Narcea,  -antes de llegar a la villa canguesa- en Antrago, se gira a la izquierda hacia Porley, cruzamos el río y rápidamente ganamos altura. San Pedro de Coliema1


San Pedro de Coliema

será la primera parada para visitar la iglesia, románica rural del s. XII, al estilo cangués. Continuamos con ascenso rápido. A la derecha se colocan los pueblos en las zonas de pizarras deleznables que dan formas, topográficamente, redondeadas. Casas grandes, prismáticas, de dos o tres alturas, con huertas contiguas y las erías (llousas) más alejadas. A partir de los 500 ó 600 de altitud empiezan las buenas tierras de labor. Los fondos de valle son muy estrechos y de muy pendientes laderas. Llegamos a Villadestre, al lado mismo de la carretera hay una capilla dedicada a San Bartolomé (tiene una imagen románica de este santo del XII ó XIII) y tras ella una enorme nave de ladrillo, de reciente construcción. Seguimos. Villaoril de la Sierra, Barnedo (románico), Soucedo y Porley. Curiosa, a ojos de hoy, la costumbre de dedicar un lugar –impreciso- a un espíritu. ¡Qué pensamiento tan cercano a  los ‘remotos’ orígenes de la Humanidad!

Antes de cruzar el pueblo se sube a la izquierda totalmente a contrapelo por pista que pasa por una campera abierta junto a un abrevadero y llanea hasta después de los prados -que pertenecen al pueblo- cerrados por sebes; se va tornando más árida y gana pendiente. Se dobla un cantil, y aquí nos detenemos porque el paisaje bien merece una mirada atenta. A la derecha queda, muy encajado, el mismo nacimiento del río Antrago, en la cara E del extremo S de la sierra de El Acebo, de varios manantiales como la fuente de Sietcho, la de Las Cabaninas, y El Fontanín. El roquedo es cuarcítico y la vegetación que nos rodea de bajo porte, principalmente Erica sp. y Ulex sp. Es un paisaje abrupto, desolado pero melífero. Llegamos a una campera cerrada por pared, poco más arriba, a la derecha, se ven algunos montones de piedras que indican los emplazamientos que tuvieron las cabañas. Seguimos hasta dar vista al valle del río Onón, ya en su curso alto. Se trata de la braña de El Acebal.

Braña El Acebal

La campera está rodeada de acebos, ericas y piornos. Rabo de Asno parece cercano y no tenemos duda: lo pisaremos.
De aquí mismo arranca un camino entre grandes ericas que faldea por la cara E de las Peñas de Laringuín. A veces desaparece encapotado por la vegetación pero en el suelo está claro, es de cómodo avance, ganamos altura con facilidad. A la izquierda va quedando Parada la Vieja y a medida que volamos mejor perspectiva ofrece el precioso valle. Más arriba aparece la sierra de La Serrantina y se identifica perfectamente la Fana de Genestaza -disección de la montaña que describió Schulz- y su final en la Collada Catabietcho.

Fana de Genestaza

Este camino empieza a despertar nuestras sospechas porque resulta demasiado llano, bordea las peñas de Laringuín por la cara E pero sin presentar una vía clara de acceso. Como no vemos que lleve a buen término, torcemos a la derecha y enfilamos monte arriba entre las ericas. La cima de las Peñas de Laringuín (1.736 m) está sembrada de grandes bloques prismáticos o poliédricos de cuarcita (con las caras cubiertas de líquenes verde-grisáceos). Seguimos por el cantil porque parece la vía más fácil, pero ahora se ha de bajar hasta una collada (1.713 m), seguir hasta una nueva cima: el alto de La Filtrosa (1.784 m) y bajar hasta la Chomba el Páramo (1.649 m); llana y con una minúscula campera, desde aquí ya se ven a la izquierda “huecos” en la falda E que pudieron alojar pequeñas lagunillas de origen glaciar. Al frente hay otro pináculo que coronar, es la peña La Burra (1.775 m).


Esto es un “rompepiernas”. Por la izquierda queda el valle de Junqueras y se ve la pista (abierta en tiempos de la guerra civil) que va desde Parada la Vieja a la braña de Junqueras. Subimos a buen ritmo porque parece que se acerca ya el asalto final; después hay un suave descenso hasta los 1.749 m y ya tenemos el rabo casi bajo el pie. Por la izquierda hay un rellano ocupado por una laguna y otros por una pequeña red de pequeños charcos intercomunicados. Estas lagunillas tienen origen glaciar. Más abajo empieza el hayedo que sigue hasta el río Junqueras.



Por la derecha al O se ve la braña de Berduceda, los reguerucos que dan origen al arroyo Valmayor y los Chozos de Paradietcha, toda la cabecera rodeada de bosque; por ahí abajo se saldría a los pueblos de Valmayor y Fuentes de Corbero. Este lugar se cita como punto final en las travesías que salen de Genestoso, suben al Rabo de Asno, salen por aquí a Fuentes de Corbero y bajan a la carretera general de Genestoso, aguas abajo de Sorrodiles; pero parece poco recomendable para iniciar aquí el ascenso.


Ahora sólo hay que poner un pie delante del otro para taconear sobre el mojón. Se arrecia el paso y al poco tiempo se ve el vértice geodésico entre la maleza. La falda O del Rabo tiene bosque hasta los 1.600 m aproximadamente,


por encima, la vegetación rastrera propia de estas alturas de matas de bajo porte.
Hurgamos en el buzón de cumbres pero no hay mensajes. Nos sentamos en la cara SO y caemos en el embrujo de la montaña: Peña Orniz, Peña Chana, Putracón y el Diente,


una cara desconocida del Mocoso, Peña Canseco, El Cornón, el Cueto Arbas y el Fraile; y los paraísos del valle de La Pornacal (se ve la camperina de la collada de Catabietcho, que da paso a La Rebollada), el de Somiedo, el del río Cibea que llega hasta Genestoso, el del Naviego (que nace en Leitariegos) y el del Narcea, que estructura la escorrentía y drena y da nombre a la cuenca2. Se ve Sorrodiles, Santiago de Cibea, y una pista que sale de Sorrodiles y llega a Texeo del Piorno, a unos 1.500 m (podría ser mejor acceso que el que trajimos pero sin diferencias notables).

Embebidos, no observamos que se fragua una tormenta y cuando vemos las llamaradas de niebla salimos despendolados, apenas tenemos tiempo para garabatear los datos de nuestra tarjeta y encajarla en el buzón.
Desde aquí vemos una senda claramente marcada en la cara E de la Peña la Burra que, aparentemente, sigue hasta la braña La Acebal. Al poco de llegar a la primera collada nos amenazó el primer trueno. Thor juega. Los pies desarrollaron alas. Buen camino, limpio de maleza y con el desnivel justo para facilitar la bajada a buen paso. Pasamos por encima del nacimiento del río Valmayor, de los Chozos de La Paradietcha y de las brañas de Valmayor (aquí se camina por un abedular de ejemplares raquíticos). Tambores lejanos, algunos goterones y entre ellos granizos blandos, todo amenazante.
Cuando llegamos a la collada que separa las Peñas de Laringuín de la Fuente Buena (1.619 m) parece que ya estamos en La Acebal ¡pero menudo chasco! sí que se ve la collada pero se ha de atravesar un piornal espeso (en algún punto anterior nos desviamos, el mapa sitúa un camino que llega a la misma braña y creo que por encima del piornal).
Salimos por la derecha procurando llanear para no perder altura y caer junto al coche. Un suplicio. Millones de tentáculos nos envuelven y azotan, enganchamos en todos los sitios, no vemos el suelo, y hemos de caminar protegiéndonos los ojos. Llegados al punto de partida salimos sin demora hacia Parada la Nueva.

Nos recibe una voz femenina:
-”¡Hay castañas!”
La dueña aclara que eran para los cerdos pero si queremos algunas podemos cogerlas. Una vecina de gran volumetría explicaba la dura vida de los mineros y la angustiosa espera de cada día aguardando la vuelta a casa.
Los hórreos tenían hermosas tallas y gran cantidad de trapos, latas, aperos desvencijados y restos de lo que dicen “...no los tiramos por si acaso un día hacen falta pa algo...”. Salimos encantados.

En el santuario de El Acebo nos vuelve a sorprender del museo de prendas, prótesis, y otros objetos allí depositados como ofrenda a los espíritus de algún deseo cumplido, tragedia sufrida, u otras relaciones con el inframundo,


y después bajamos a Cangas del Narcea. Este último tramo nos dejó pasmados por la gran actividad agropecuaria que se ve. Todo lo que fue anteriormente monte bajo a pasto está roturado y preparado para pradera artificial. La cabaña ganadera está constituida, mayoritariamente, por vacas de raza asturiana de los valles.
Esta bajada nos deposita en el valle del río Naviego. De Villaláez a Cobos, buscando la ‘capillina’ de La Magdalena,


que tiene un retablo pintado en el año 1850, una Magdalena y un franciscano de los s. XII ó XIII. Espectaculares hórreos de tablones trabajados y panzudos pegollos; todo remendado con cinc, uralita, bloques de hormigón y mil improvisaciones más. Es un pueblo  muy heterogéneo en su arquitectura, conviven grandes y modernas construcciones  de nuevos materiales con reliquias del pasado agrícola. Algunos vecinos preguntaban si saldría en alguna de las TV, otros atisbaban desde las rendijas.

  1. Mira al río Antrago. Tiene pórtico (las iglesias con pórtico tienen especial encanto). Cuando se llega se ve desde arriba, entre huertas y frutales, con el valle al abajo, y consigue una estampa hermosa. Tiene retablo barroco de mediados del s. XVII (tras el que hay pinturas del XVI), dos imágenes románicas del s. XIII. Es una iglesia modesta y bastante limpia. El mayor peligro está en su vulnerabilidad, es demasiado accesible.

  1. La Cuenca del Narcea se caracteriza, a grandes rasgos, por formar una amplia plataforma cuyas alturas se mantienen entre los 600y los 900 m y que aparece tallada de forma neta por la actual red fluvial. Su singularidad se debe no sólo a la anterior circunstancia sino también al contraste que se establece con el entorno (sierras subsidiarias), constituyendo una especie de circo abierto hacia el N en el que se alcanzan alturas muy notables: Rabo de Asno (1.894 m), Caniellas (1.924 m), Orúa (1.336 m).

AUTOR DE TEXTO Y FOTOS MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ


Gente


POR MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ


- “¡No disparéis, yo soy gente!”
Gritaba Dersú Uzalá “en manos” de Akira Kurosawa; y gente, mucha gente encuentra el paseante entre Oviedo y Las Caldas (Dersú distinguía gente buena y gente mala). Era un animista –hay otros muchos- y por la senda a Las Caldas circula mucha gente buena que ve a otras gentes  buenas (los espíritus que habitan en los seres, animados o no).

A los urbanitas se les enseña a distinguir entre hermoso y feo, no cuentan estos humanos con que la vida es el total de los SERES, LA GENTE. ¿Quién establece los cánones de belleza?

-El aire de de la ciudad nos hace libres.
Se decía  en la Baja Edad Media cuando la resurrección de las ciudades creó un refugio ante el completo poder feudal y de la Iglesia.
-La ciudad asfixia- es hoy expresión corriente, así la sufrieron Dersú , E.T.  y otros muchos anónimos que buscan algo que no esté hecho o controlado por el hombre.

En la ciudad sólo se ve lo que quieren sus regidores, fuera de ella se puede ver todo lo que la propia capacidad permita.

Acronicta rumicis
Acronicta rumicis
Por ejemplo esta mariposa nocturna, que se extiende por Europa, norte de África y partes de Asia. Es frecuente en prados, bordes de caminos, sin demostrar temor ante la presencia de los humanos (no les conoce, está claro), y se alimenta de llantén, cardos, y hojas de sauce. No debe suponer peligro para los humanos porque aún no se ha declarado enemigo público. Para sí quisieran las tropas de la OTAN esta habilidad para camuflarse -disponen de varios diseños-, pupan bajo las cortezas de sauces y álamos pueden alcanzar dos generaciones entre abril y septiembre.

¿Y ésta clandestina austral? burló los sistemas de la U.E. para el control del estrecho y hoy campa libremente.

Cacyreus marshalii
Cacyreus marshalii
es  la mariposa del geranio originaria de Sudáfrica, llegó de la mano del hombre –accidentalmente, claro, como todo lo que hace el HOMBRE- hacia 1980 y es habitual en la cornisa cantábrica. Sus orugas devoran las hojas de los geranios de manera incansable. Pese a su llamativo atuendo adopta algunas posturas que la hacen imperceptible.
¿Quién diría que la anterior es fea y esta es hermosa? ¿por qué?
Mucha ‘gente’ en la senda a Las Caldas, y algunas zancudas, zancas articuladas, de color verde prado, que inmóviles resultan imposibles de detectar, y que su familiares han servido de burla en algunas fábulas.

Orthoptera
Orthoptera
Bajo esta capa de tuna esconde unos colores anaranjados muy llamativos. Habita desde el nivel del mar hasta los 2.000 m. Es de hábitos crepusculares preferentemente en ambientes húmedos como sotos de ribera, prados y lugares humanizados.
Se alimentan de ortigas y otras especies vegetales. Las orugas son invernantes, se encuentran desde el mes de septiembre, hasta junio del año siguiente

Euplagia quadripunctaria
Euplagia quadripunctaria
Vanessa atalanta
Vanessa atalanta
La oruga de la Vanesa se alimenta de ortigas, los adultos del néctar de flores como las del género Buddleja y también de fruta muy madura. Las mariposas son capaces de recorrer miles de kilómetros. Los individuos de las diferentes olas migratorias se mezclan, en otoño, con la población local y emigran a finales de invierno al  norte de Europa.
Esta ‘gente’ resulta reconocible por su sugestivo aspecto aunque no siempre es suficiente un vistazo para distinguirla en vuelo de Inachis.

Inachis io
Inachis io
Inachis era una ninfa del río Inachus, amada por Zeus y se ve que mitología no le falta a esta especie. Los grandes ocelos deben asustar a los depredadores y desviar a las aves en sus ataques y, por recordar a los del pavo real, en Asturias es conocida como la pavona. También les gustan las Buddlejas.Eligen las manchas de ortigas para su reproducción, en áreas soleadas.

AUTOR DE TEXTO Y FOTOS MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ




Fuentes, lavaderos y abrevaderos


¡LLUEVE!


POR MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ

Nunca llueve a gusto de todos y los litros de lluvia se reparten uniformemente por el suelo. Ya en el suelo es necesario organizar su aprovechamiento y ahí pueden empezar los litigios porque el suelo está repartido.
En la vida campesina marcaba los ritmos de la actividad, se trataba entonces de amoldarse mientras ahora se busca que la protección sea tal que nada impida el desarrollo del negocio.

¡Todo cambia! y hay que adaptarse o …
El agua superficial es una de las fuerzas protagonistas en el modelado del paisaje y deja ver todas las actuaciones de la sociedad ocupante del territorio.
En el horizonte rural del que me ocupo el agua era un catalizador de las relaciones sociales, afectos y desafectos.

En común se realizaban las operaciones de lavado de ropas en los lavaderos públicos, construccionessobre un lugar de agua abundante al lado de un manantial. Los apoyos para frotar eran piedras planas y se emplazaban cercanos a una zona de prados que les servían para poner la ropa a clarear. Los indianos financiaron algunas obras filantrópicas con su fresco dinero trasatlántico y los lavaderos, escuelas, cementerios, y algunas carreteras fueron algunas de sus obras más atractivas.

Antes, en el Antiguo Régimen, la comunidad se encargaba de la construcción y mantenimiento de lavaderos, también de otros proyectos de beneficio común, y especialmente se vigilaban los vecinos a través de las mujeres de la casa en estos lugares comunes.
¡Ay de la moza que adquiriese mala fama en uno de estos lugares! Era el terreno perfecto para lanzar insidias, calumnias, ventilar rumores, etc.

Soto de Agües

Santiago de Peñalba

Valle Moro

Modreiros
Lavadero y Fuente

No estaba bien visto el individualismo: al lavadero y a los trabajos de la tierra, se solía ir en grupo, el aislamiento levantaba sospechas de lo más variado.

Tarea diaria a la que en otras latitudes mujeres y niños entregan todo su tiempo (no todo el tiempo libre sino todo el tiempo de un día y todos los días) es el acopio de agua para sus casas. El artefacto que al girar su manilla descuelga un chorro de agua en una pila es muy reciente para nosotros y a distancia sideral para otros.

Trones
Foto extraída de Bellezas de Asturias de Oriente a Occidente
LLANO ROZA DE AMPUDIA, AURELIO DE; 1928.
Las aldeas se instalaban en lugares con agua aprovechable directamente y en los pueblos de mayor tamaño se hicieron conducciones hasta un punto central de abastecimiento.
Muy abundante es la mención de fuentes en el cancionero popular y no pocas veces con varios sentidos en la interpretación.

Las palabras que me diste
a la orilla de la fuente,
como eran palabras vanas

se las llevó la corriente.


A la entrada de este pueblo 
hay una fuente con agua
donde se lavan las mozas
los picos de sus enaguas.


Gasta la tabernera
pendientes de oro

y el agua de la fuente

lo paga todo.


Malleza
Berbes
Sistierna
Coto de la Buena Madre
Coto de la Buena Madre


No se presentaban problemas –mayores- de vecindad hasta este punto, pero sí aguas abajo cuando el regadío se reparte.

En el Principado de Asturias: Las aguas sobrantes de fuentes, abrevaderos y lavaderos sólo pueden ser aprovechadas para el regadío por los propietarios o poseedores de las fincas situadas en los lugares por los que discurran dichas aguas, sin que en ningún caso puedan desviarlas del cauce o escorrentía que naturalmente adoptan.

Parece claro, pero los pleitos presentan una  abundante casuística que no es posible narrar aquí, lo que se complica con los necesarios turnos  en época de escasez.
En la comunidad especial de aguas, en épocas de escasez el agua se aprovecha por turnos.

En las construcciones públicas:
[…]El derecho de la comunidad especial de aguas no se puede ver anulado o menoscabado como consecuencia de la realización de obra nueva o de acondicionamiento o reparación de caminos, que en todo caso deben respetar los cursos naturales de agua […].

En algunos casos una vivienda disponía de un manantial propio pero en la mayoría de las aldeas tenían una junta de vecinos que se encargaba de la captación de manantiales, conducción a los depósitos, saneamiento, etc. y ante los cambios socio-económicos han entregado sus derechos a servicios municipales que a su vez han privatizado la administración de los mismos, y dado el vaciamiento de las aldeas y la escasa representación municipal, se conserva la letra pero languidece su espíritu.

AUTOR DE TEXTO Y FOTOS MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ


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