Se endurecen los paisajes urbanos.
¿JARDIN?
http://blogdeamiranda.blogspot.com.es/2016/05/etimologia-de-jardin-jardin.html
Se endurecen los paisajes urbanos.
Se endurecen los paisajes urbanos.
MÁS GARRAPATAS
http://blogdeamiranda.blogspot.com.es/2016/05/garrapatas-ojo.html
Entramos en la estación de máxima actividad de estos ácaros.
Entramos en la estación de máxima actividad de estos ácaros.
ETIMOLOGÍA: DE JARDÍN A JARDÍN
Paseo
por la ciudad y observo algunas cosas que extraordinariamente me preocupan. Juan Corominas debería reescribir algunas voces de su diccionario
etimológico. Así dice: JARDÍN.- tomado
del fr. Jardín, procedente del fráncico cercado por seto […] En la Edad Media,
como en latín, se empleaba en este
sentido HUERTO.
En
esta ciudad se ven jardines de lajas de pizarra entre las que malviven sauces
japoneses, jardines de cantos rodados blancos cómo la nieve, jardines de regodones
de gran tamaño (no confundir con rigodones), barandillas de bambú oriental (¡selvas del sudeste asiático!), acero,
aluminio, pasarelas de pino tratadas químicamente para que sean imputrescibles,
etc.
Los
jardines nacieron para el recreo y el cultivo de las flores, para el solaz
diario. En los jardines se deleita, se lee, se sociabiliza.
RAE.- Jardín:
Terreno donde se cultivan plantas con fines ornamentales
¡Jardineros,
necesitamos jardineros!
La jardinería municipal no se
puede tratar como la composición de un cuadro ni el equilibrio de sus colores.
La jardinería afecta al agua, a la energía, a los residuos, a los materiales y
a la atmósfera; ¡todos ellos nos afectan a nosotros!
Estamos
a punto de conseguir que la ciudad –más visible- sea tan aséptica como una gasa
de quirófano y –la menos visitada- en un muladar; pero no tan limpia: las heces
de miles de perros se encuentran a los pies de los mamotretos del mobiliario
urbano, de los maceteros, farolas, y en las escasas zonas verdes (de la
extensión de un florero la mayoría de ellas) y también colaboran las palomas. Curiosidad
me despierta la psicología de la gente que no sabe compartir un jardín con
abejas, mariposas, saltamontes, mariquitas, hormigas, lagartijas, lombrices, chinches,
arañas, jilgueros, verderones, pinzones, petirrojos, reyezuelos, aire, sol y
condena a un animal a ser de su propiedad, a vivir bajo su techo, poner horario
a la exoneración de su vejiga, a los baños de sol, y otras necesidades no
menores.
¡¡Queremos
jardineros!! ¿Por qué nos dan picapedreros?
Propongo,
quizá con mucho retraso, que empiece la construcción de ciudades que sólo
puedan ser habitadas por robots de probada resistencia; las citys
deberían ser territorio cibernético, únicamente estos muñecos animados serían
sus moradores, las urbes serían habitables incluso en sus zona 0, los drones de
guardia estarían conectados a las máquinas, éstas, geolocalizadas, emitirían la información de falta de energía y acudirían
los ‘avioncitos nodriza’ al monigote debilitado.
¿Qué puede hacer un humano en pleno centro de las operaciones mercantiles?
estorbar, sólo puede estorbar.
Llega
5G, el internet de las cosas generalizado; no estaré, me alegro.
P.D.
¿Podríamos construir ciudades subterráneas –parecido a los habitantes de Shambala- y dejar libre la superficie urbana sólo para las
máquinas? quizá la idea la lance algún político ingenioso.
PICO MOCOSO Y LAGUNAS DE PÁRAMO
6 marzo de 1992
De
norte a sur, tras pasar Caunedo, se ha de tomar la primera carretera que se
presenta a la derecha y lleva a la braña La Peral (1.380 m). Sugestiva por su
emplazamiento, y por las viviendas que
La Peral |
conserva con cubierta de teito, habitada
antes únicamente en verano y ahora son asentamiento permanente. Cerca de aquí, al
(NE) se encuentra el mirador del Príncipe, desde donde se contempla una buena
panorámica del valle de Somiedo.
Partimos
de la braña siguiendo el camino que toma sentido NO. Sale por la izquierda y
nos conducirá a la collada La Festiecha (1.585 m) por la falda del pico Mocoso
(1.994 m). Es cómodo, al comienzo va casi llano entre prados cercados por
paredes; después se hace más pendiente y entra en el monte bajo. La vegetación
es escasa y acusa los incendios que periódicamente soporta bajo la falsa
creencia de que mejorarán los pastos cuando en realidad es un paso más hacia la
desertización.
Ya
en la collada, una fuente (Borrones) permitirá hacer acopio de agua para el
resto del viaje. Desde aquí, a la izquierda (SO), se ve el camino que desde
Santa María del Puerto conduce a La Pornacal y Villar de Vildas; también el
nacimiento del río Somiedo entre Peñueta y Peña Canseco; y el del Pigüeña al
pie de El Cornón. Proseguimos por el camino de la derecha entre un piornal que
casi no deja ver donde ponemos las botas -el de la izquierda conduce al
nacimiento del río Pigüeña- hasta otra fuente (Rozo).
Desde
aquí ya se ve el pico a la derecha. Después el piornal clarea hasta
desaparecer; y
ya, en zig-zag, emprendemos la última etapa.
Desde
la cima el paisaje es circular: las laderas E, N y O -hemos subido por la S-
del pico son muy empinadas. Situados en el vértice geodésico vemos al E una
falda muy pendiente en la que se asienta la braña de Fuexu; al frente (N) se
prolonga en otro pico más bajo (1.871 m) llamado La Granda; al O una cabecera
semicircular muy cerrada que acoge una laguna y un río que meandriza buscando
mayor pendiente; más abajo un espléndido bosque -de uso restringido especial- y
al final se adivina -por las tierras de labor- el pueblo de Perlunes.
Valle de El Pigüeña y El Cabril |
Al fondo
y al E se ve El Sueve, los Picos de Europa, y
Laguna |
todo
el sector central de la cordillera; al O está más cerrado por la proximidad de
La Treisa, El Cogollo, El Cabril y El Cornón.
El
descenso se hace hacia las lagunas. Encontramos una alambrada que salvamos y en
muy poco tiempo descendemos a un rellano con una topografía singular que
permite la retención de las aguas.
Es una repisa con muy fuertes pendientes a
los lados. Desde el borde se ve el valle del Alto Pigüeña,
Valle de Cerezales |
algunas construcciones
de La Pornacal; la cubeta que acoge al lago Bueno, bajo El Cabril y El
Cogollo;
y el bosque de la margen izquierda del valle -Las Sendas- que es de uso
restringido especial por ser guarida de osos.
Huella de oso |
Siguiendo
el curso del río hasta su mismo nacimiento, vemos la braña de Los Cuartos -bajo
el Fontarente- y el valle de Cerezales.
Es
probable que se vean rebecos; también abundan venados y jabalíes, pero son
mucho más huidizos; y ya el oso, que sólo está reservado para algunos elegidos,
resulta mucho más difícil.
PICO MACIÉDOME
17 de noviembre de 1995
Esta excursión penetra en una mancha forestal de hayas que se conserva en casi toda su integridad. Permite la contemplación de los árboles, del bosque, y de algunos de sus más hermosos habitantes. No requiere gran esfuerzo, no tiene peligro, y es apta para cualquier caminante.Maciédome o Pandona. Cedida por José Acacio Suárez 'Cachi' |
El Cordal de Ponga está constituido por la alineación montañosa enmarcada entre los ríos Nalón y Ponga. Es una línea de cumbres que se orienta hacia el N a partir de la cabecera de ambos ríos entre los puertos de Ventaniella y Tarna. Las cumbres notables de S a N son: Abedular (1.813 m),
Llamardal (1.751 m), Montovio (1.700 m), Maciédome (1.899 m), Tiatordos (1.951 m),
Tiatordos |
y Vízcares (1.419 m). Gran parte de esta zona está afectada por el PORNA y hasta ahora no cuenta con otra protección legal que la que le da la figura de Reserva Nacional de Caza. Tres reservas alberga el cordal: la nº 6, Caso, de 29.834 ha; la nº 9, Piloña, de 10.492 ha; y la nº 10, Ponga, de 20.082 ha. Las de mayor valor ecológico se encuentran el cordal.
Después de pasar Campo de Caso, Veneros, Soto de Caso, Bezanes y La Foz (aquí se rodó la parte de la película “Adiós, Cordera” inspirada en un cuento de Clarín), a 13 km de la capital del concejo, encontramos a la izquierda un ramal que lleva a Pendones (782 m).
Pendones |
Se sale por un ancho camino, casi llano, que bordeando el río sigue dirección NE. El río baja encajado entre prados, rápido, en “escalera”, formando pequeñas cascadas cada pocos metros. Se cruzan dos arroyos que llegan por la izquierda. El primero inunda el camino y se salva mediante una
gran losa que cubre el canal de desagüe y el otro, ya es un pequeño río, por un puente. Después de cruzar éste último sale a la izquierda un ancho camino que va a la Foz del Palombar
Foz del Palombar |
Subiendo a La Pandona un día de invierno |
Cruzamos un segundo puente. Se cambia de rumbo -ahora SE- y se empieza a subir. A la izquierda se ve un profundo tajo entre dos peñascos, es la foz de Forniello. El camino está ahora enlosado con grandes piedras hincadas de manera que forman una especie de adoquinado para evitar los
barrizales. A la derecha queda el hayedo y a la izquierda algunos prados que llegan justo hasta la entrada a una foz de singular belleza, la del Congostín; impresionante si hay agua en el torrente.
Verticalidad de caliza, el cauce de un torrente, una riquísima paleta de musgos y algunas hayas nos hacen presentir al mago Merlín. Al final hay una portilla. Momentáneamente se rompe el encanto y de nuevo se ve la mano del hombre que roturó el bosque y convirtió el espacio forestal en prado.
A estas alturas de la excursión ya hemos visto corzos, ciervos y rebecos; más tarde repetiremos de todas las especies.
El camino se pierde en el hayedo pero no hay error posible. Pronto aparecen unas camperas a la derecha. Aquí se puede optar por seguir la orilla del torrente -internándose en el hayedo y coronar hasta dar vista al valle del río que baja de Ventaniella- o seguir por la campera. En el primer caso la
ruta es más incómoda pero se palpa el bosque. No tiene pérdida y se puede ir por libre. En los últimos tramos hay algunos peñascos de caliza y arriba un paraíso: San Juan de Beleño, Collau Zorru
Colláu Zorro. Cedida por José Acacio Suárez 'Cachi' |
cautivados por la vida que nos rodea.
Si elegimos las camperas, enmarcadas por un crestón de caliza a la izquierda y el bosque de hayas a la derecha, el camino está claramente marcado.
En el primer rellano hay una cabaña grande en muy buen estado -un refugio de caza- y algunos chozos con cubierta de losas o tapinos; el lugar se llama Recuencu.
Campana de llamada a sextaferia |
Al tener ramaje y follaje denso y de desarrollo casi paralelo al suelo apenas se permite el paso de la luz y resulta difícil florecer y fructificar a otros vegetales, por lo que la mayoría tienen reproducción vegetativa a base rizomas o bulbos, o florecen antes de que salgan las hojas como es el caso de las anémonas.
Pervive la institución de solidaridad campesina llamada sextaferia.
Se trata de una antiquísima carga vecinal para arreglar puentes, fuentes, limpiar y empedrar caminos, corregir argayos y mantener en buen uso las infraestructuras de la comunidad. Este día de la fecha estaban los vecinos trabajando y la respuesta debió ser masiva a juzgar por la actividad que encontramos a nuestra llegada y el buen aspecto que ofrecía el lugar.
Se puede hacer la subida muy descansadamente en 3 h.
La comida en el pueblo
TARNA-MONGAYO
Cedida por J. Acacio Suárez González, "Cachi" |
Tarna, punto de partida desde el pueblo |
Descripción de 1987
En la carretera de Campo de Caso a Tarna, entre los km 14 y 15 (unos 860 m de altitud), a la derecha, hay una cabaña y unos prados que se suceden hasta el río. Desde este punto se ve el pueblo de Tarna a algo más de 1 km se puede dejar el coche en el ensanchamiento que allí mismo hace la carretera.Se toma el camino que conduce directamente al río Nalón que se salva mediante un puentecillo y se entra directamente en el bosque de hayas.
Pronto aparecen ramificaciones y se puede seguir cualquiera de ellas siempre que no se cruce el arroyo La Ablanosa que discurre por nuestra derecha hacia el NE, ni el de Mongayo -desemboca en el antes citado por su margen derecha- que lo hace hacia el N. El bosque se acaba y el camino se torna más pendiente; a los lados hay grandes matas de acebo que proporcionan comida y cobijo a largo número de especies.
La Ablanosa |
Estos montes casinos son muy ricos en caza y conservan -excepto el oso- todas las especies animales propias de nuestros bosques, tanto herbívoros como carnívoros. Los más difíciles de observar son los cazadores por su cautela y hábitos crepusculares.
Cuito Negro |
Carretera a Tarna, Cuito Negro, y el alto Nalón. |
-pueblo de este ayuntamiento de Caso- fue Lorenzo Posada, que a lo largo de su vida dio muerte a 19 osos y 80 lobos.
El pueblo de Tarna fue bombardeado al final de la guerra civil española de manera que no quedó resto alguno del primitivo. En la reconstrucción no se tuvo en cuenta el modo de vida ni las necesidades de sus habitantes y así nos encontramos con un trazado y construcciones que no satisfacen las necesidades de sus propietarios ni corresponden en manera alguna a tal paraje.
Tarna tras el bombardeo: balquemau.blogspot.com |
El bosque ha sido importante fuente de riqueza -esencial para ellos- tanto por madera, leñas y pastos, como por la caza.
Garrapatas: ¡ojo!
Peligro
no señalizado: garrapatas. La educación servirá para estas cosas, para moverse
en el mundo; entre semáforos, carreteras, mares o aires: deberás conocer sus
reglas, y también en campo abierto.
Eurocopa 2008: Horst Aspöck recomendó a los
futbolistas vacunarse contra la “encefalitis centroeuropea”.
Resulta
enternecedor ver las sesiones de desparasitación entre monos pero los humanos,
ya perdidas las buenas costumbres, hemos de ir al centro de salud de distrito
para despegar tales bichitos. Toda acción casera puede ser contraproducente
porque pueden provocar exactamente lo que se desea evitar: que el monstruito
regurgite el contenido de sus tripas y nos inocule los dañinos microorganismos
que contiene o puede contener.
Tomé
esta imagen en medio rural dedicado al pastoreo al sur de la ciudad de León (Puente
Villarente). La localizamos trepando por la tapicería del coche, al que
habíamos llegado minutos antes. No ofrecía peligro alguno porque estaba ‘suelta’
y su gran tamaño le impedía pasar desapercibida.
Hay
garrapatas en todos los lugares en los que hay vertebrados y preferentemente de
sangre caliente, a los que esperan para dejarse caer sobre ellos a su paso, una
vez tomado contacto buscan un sitio seguro para anclar su aparato chupador, la
parte de la garrapata que está enterrada en la piel, está cubierta de espinas orientadas hacia atrás, con las que se sujeta como un
ancla a la piel. Se
alimentan durante varias horas y, ya satisfechas, se desprenden para caer al
suelo y continuar su ciclo. Son animalitos de compleja trazabilidad que en su
vida atraviesan varias etapas: huevo, larva, ninfa y adulto. Se encuentran a menudo en la hierba
alta, donde esperan en el extremo de una hoja para intentar engancharse a
cualquier animal que pase: ni vuela ni salta. Hasta meses esperan antes de
hallar al huésped adecuado. Caen sobre él o trepan y
una vez acomodadas segregan un pegamento para adherirse al huésped y seguir
comiendo. Tienen particular querencia por los helechos y según el huésped
preferido se instalan a una u otra altura respecto del suelo: ratones, conejos,
jabalíes, o ciervos.
Se
conocen 23 especies de garrapatas duras en España y en el mundo se encuentran
en todas las latitudes. La puesta de huevos se realiza en el suelo, en áreas
de densa vegetación, los huevos
Hembra con huevos |
Las larvas que salen de los
huevos buscan su primer hospedador en un ave o un roedor principalmente. Tras
unos días alimentándose regresa al suelo donde muda al siguiente estadío, la
ninfa, que volverá a buscar a otro huésped. Para convertirse en adultos deben
regresar al suelo. Durante el invierno, los machos mueren y las hembras
permanecen inactivas hasta el momento del desove en primavera. Su actividad –en nuestra latitud- es acentuádamente
estacional y depende de la temperatura ambiental; se activan al principio de la
primavera, alcanzan durante el verano la máxima y disminuyen progresivamente
durante el otoño. La mayoría de las especies entran en un estado de hibernación
en la estación fría (diapausa). Son de distribución mundial, sobreviven a
temperaturas de -15º bajo la nieve porque ésta las protege.[1]
La mayoría de las picaduras de garrapatas son
inofensivas, no conllevan la transmisión de patógenos. En España las enfermedades más comunes son la
fiebre botonosa y la enfermedad de Lyme. La Rhipicephalus
sanguineus es la garrapata más común del perro implicada en la transmisión
de la fiebre botonosa y el Ixodes ricinus
en la enfermedad de Lyme. La fiebre botonosa es causada por una Rickettsia y la
enfermedad de Lyme –ciudad de Connecticut donde
emergió el primer brote en 1977- se debe a la bacteria Borrelia bugdorferi. Las enfermedades
derivadas de la picadura del ácaro se agravan por el escaso conocimiento que se
tiene de ellas y con frecuencia se diagnostican sus efectos erróneamente. La
garrapata ‘cazada in fraganti’ debe
ser recogida en un bote de vidrio y analizada por si fuera portadora de
patógenos peligrosos para la salud. No desconozco el engorro que supone pero
algunas actuaciones evitan problemas.
La retirada
de garrapatas debe impedir que regurgite sus jugos bacterianos al torrente
sanguíneo. El uso de alcohol, aceite, vaselina, petróleo, esmalte de uñas u
otros productos crean una película alrededor de la garrapata que impide que
respiren, lo que puede estresarlas y precipitar el vómito de sangre; tampoco
deben cortarse, quemarse y, sobre todo, no
se debe tirar con los dedos aplastando su cuerpo, pues en este momento
podría producirse la inoculación de fluidos infecciosos desde la garrapata
hacia el cuerpo del hospedador.
La forma
correcta de retirarla es usando unas pinzas, de punta estrecha, de ser posible
curvadas, con las que sujetaremos la garrapata por su zona bucal, lo más cerca
posible de la piel del hospedador, evitando aplastar el cuerpo. A continuación
realizar un
movimiento de retorcimiento, las puntas se pliegan en el eje de rotación y la
garrapata es fácilmente quitada. Esta extracción se debe realizar girando la garrapata unos 90 grados en
sentido contrario a las agujas del reloj, ya que cuando se anclan a la piel, lo
hacen en el sentido de las mismas.
1.-Prevención:
·
Sombrero, pantalones largos y camisas -siempre por
dentro del pantalón- de manga larga.
·
Botas
cerradas.
2.-En casa:
·
Despojarse de ropas e inspeccionar todas las áreas de
la piel, incluyendo el cuero cabelludo.
·
Examinar muy bien todas las manchas negras o cafés en
la piel.
·
Un adulto debe explorar cuidadosamente a los niños.
[1] En Castilla y León, desde enero
de 1997 hasta junio de 2002 se han recogido e identificado un total de 3059
ejemplares de garrapatas a partir de 2717 personas pertenecientes a 15 especies distintas. (Tesis doctoral PEDRO FERNÁNDEZ SOTO 2003. Facultad de
Biología. Universidad de Salamanca).
PUERTO VENTANA-EL FERREIRÚA-LA FOCELLA
19 de octubre de 1996
Llegados al puerto, al oeste, salen de allí mismo senderos ganaderos que faldeando la montaña nos llevan a la cota elegida. Caminamos entre monte bajo y sin ganar demasiada altura porque la primera collada (El Cuervo) está sobre esta línea de cota.También se puede acceder por camino más definido desde el puente Chamuergos y tomar allí el sendero que bordea la margen derecha del arroyo Los Chamuergos hasta llegar a la collada La Corona.
No alcanzamos a ver Torrestío pero sí la pista que sale a La Farrapona, la que entra hacia Morronegro, y tramos del Camín Real de La Mesa a su paso hacia la braña de La Mesa.
Desde La Corona ya vemos El Ferreirúa. Sólo otra collada nos separa de él. Apreciamos que su castillete -de unos 25 m de altura- está constituido por bloques de cuarcita. Pasamos ahora por la vertiente N y llegamos a la última collada.
A su base se llega sin problema alguno, pero abrazar el mojón (1.836 m) ya es otra cosa. La vista es de 360º e incluye los Picos de Europa.
Para efectuar la bajada desde el pico por la parte asturiana es necesario hincar bien los pies. Saldremos hacia Valle Malo. Caminamos entre grandes bloques de cuarcita y monte bajo de ericas, de vez en cuando encontramos alguna mata de arándanos. El descenso requiere prestar atención al paso
porque no se puede asegurar el pie. Al fin llegamos a una pequeña turbera, sólo hay unos diminutos manantiales y un par de abedules, pero aquí encontramos un camino muy marcado que nos llevará a la braña de las Navariegas.
Pasamos por otra collada que tiene la campera rodeada de piornos, estamos en Refugio (Refuexo), que deja ver hacia la parte tevergana otra área de La Puerca de gran espesura y belleza, en la misma cara asturiana tiene un rellano con algunos charcos sin salida hacia Asturias y formando una pequeña turbera.
Está muy protegida y recoge la mayor insolación posible. Tiene una fuente de la que mana un poderoso chorro de agua muy fría. Al frente se ve todo el cordal de Peña Sobia y hasta el pico Salseras. A ambos lados de la braña corren numerosos hilos de agua que confluyen un poco más abajo y forman el río Páramo. Esta zona del pie de la braña está totalmente colonizada por
abedules y serbales, que hoy presentan gran belleza por las hojas amarillas de los abedules y los frutos encarnados de los serbales. También hay una respetable espesura de piornos, que colonizaron lo que hace muchos años sin duda fue pasto para la majada. Salimos por debajo de los piornos y enseguida entramos en un ancho camino carretero. Por la derecha se va encajando el río y nosotros entramos en el hayedo. Se trata de un bosque como en el que vivía sta. Genoveva de Brabante con su hijo Desdichado. Troncos retorcidos de las hayas y algunos manchones de acebos dan un aspecto fantasmagórico; y, sobre todo, el silencio que pesa en el ambiente.
Focella más barro.
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