TARNA-MONGAYO


Cedida por J. Acacio Suárez González, "Cachi"
Se parte del pueblo de Tarna (Caso) y a la entrada se encuentra la señalización de la ruta, pulcra, moderna y reciente. Antes seguíase otra que es la descrita a continuación y resulta mucho más atractiva.
Tarna, punto de partida desde el pueblo
Descripción de 1987
En la carretera de Campo de Caso a Tarna, entre los km 14 y 15 (unos 860 m de altitud), a la derecha, hay una cabaña y unos prados que se suceden hasta el río. Desde este punto se ve el pueblo de Tarna a algo más de 1 km se puede dejar el coche en el ensanchamiento que allí mismo hace la carretera.
Se toma el camino que conduce directamente al río Nalón que se salva mediante un puentecillo y se entra directamente en el bosque de hayas.
Pronto aparecen ramificaciones y se puede seguir cualquiera de ellas siempre que no se cruce el arroyo La Ablanosa que discurre por nuestra derecha hacia el NE, ni el de Mongayo -desemboca en el antes citado por su margen derecha- que lo hace hacia el N. El bosque se acaba y el camino se torna más pendiente; a los lados hay grandes matas de acebo que proporcionan comida y cobijo a largo número de especies.
La Ablanosa
Pronto se oye el ruido de la cascada y rápido se llega a la base. El agua se desploma desde más de 100 m de altura y se rodea de un halo al pulverizarse por efecto de la fricción con el aire y los choques que sufre contra la roca. Tan llamativo como el agua y su mágico canto resultan los verdes que algas, musgos y helechos dan a las rocas que reciben la humedad suficiente para alcanzar este esplendor.

Estos montes casinos son muy ricos en caza y conservan -excepto el oso- todas las especies animales propias de nuestros bosques, tanto herbívoros como carnívoros. Los más difíciles de observar son los cazadores por su cautela y hábitos crepusculares.
Cuito Negro
Al otro lado del arroyo Mongayo se levanta el Cueto Negro (1.582 m), no es muy alto pero sí
Carretera a Tarna, Cuito Negro, y el alto Nalón.

escarpado. Esta montaña fue famoso refugio de osos y así se lo contaron a Aurelio de Llano Roza-Ampudia cuando anduvo por estos pagos en los años 20 del s. pasado. Famoso cazador de Bezanes
-pueblo de este ayuntamiento de Caso- fue Lorenzo Posada, que a lo largo de su vida dio muerte a 19 osos y 80 lobos.
El pueblo de Tarna fue bombardeado al final de la guerra civil española de manera que no quedó resto alguno del primitivo. En la reconstrucción no se tuvo en cuenta el modo de vida ni las necesidades de sus habitantes y así nos encontramos con un trazado y construcciones que no satisfacen las necesidades de sus propietarios ni corresponden en manera alguna a tal paraje.
Tarna tras el bombardeo: balquemau.blogspot.com
Los de Tarna son famosos artesanos de la madera y sobre todo como madreñeros, ocupación adecuada a los largos períodos invernales que viven.
El bosque ha sido importante fuente de riqueza -esencial para ellos- tanto por madera, leñas y pastos, como por la caza.

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