POR MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ
El latín distinguía entre colŭmba ‘paloma’ y ‘palŭmbes’ paloma silvestre o torcaz’ y muy atinada era la observación porque las primeras se refieren a aves domésticas y a las silvestres las segundas, que en nuestra península son torcaces y zuritas. Las domésticas son de casi imposible determinación por las razas, variedades, cruces, etc. Unas y otras debieron alcanzar gran importancia para estar tan presentes en la toponimia de todo el estado.
Tienen cabida en esta entrada por las construcciones preparadas por los humanos para su explotación y su grato impacto ambiental, dejando a un lado la zoología.
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Luanco, Gozón (cedida J.María Mori) |
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Palomar en Luanco,Gozón (cedida por J.María Mori) |
La cría en palomar contribuía a la economía doméstica con los pichones en la mesa, la palomina(1) como abono en las huertas y para fabricación de la pólvora de fusil, también se aprovechaba el plumón para almohadas.
Los palomares más modestos se habilitaban en desvanes y detallaban todos los pasos para su construcción y aprovechamiento(2): puertas, tablas a los lados, nidos, almiares para dormir, población, sahumerio, remedios para que no se vayan y trucos para captar (del vecindario) otros, saca de pichones, guiso, precios, saca de viejos, etc.
Título de la unidad: "Ejecutoria del pleito litigado por Alonso González, clérigo beneficiado en Revilla del Campo (Burgos), con el licenciado Luis de Porres, vecino de Burgos, sobre 7.500 maravedíes por el alquiler de una casa en Revilla del Campo (Burgos) más los daños causados en un palomar que no les había arrendado y del que se habían llevado la palomina" (imagen I)
Archivo: Archivo de la Real Chancillería de Valladolid. Signatura: REGISTRO DE EJECUTORIAS,CAJA 1620,6
La Hacienda Pública, la Corona, no dejaba pasar oportunidad alguna para recolectar su particular ‘cosecha’ y en 1642, tras una turbulenta tramitación:
"todos los arrendamientos que se hicieren de casas, heredades, dehesas, cortijos, bodegas, lagares, paneras, silos, palomares, viñas, huertas, olivares, riberas, molinos, aceña, sotos, montes y cualquier caza y pesca, y de los oficios que tienen títulos de su Majestad y se arriendan"
Y el Catastro de Ensenada también intentó fiscalizarlos; en muchas localidades esquivaron la respuesta pero otras, muy pocas, declararon, como consta en:
Villafer (Villaquejida, León):
22ª Cuántas Casas habrá en el Pueblo, qué número de inhabitables, cuántas arruinadas: y si es de Señorío, explicar si tienen cada una alguna carga que pague al Dueño por el establecimiento del suelo, y cuánto. A la veinte y dos dijeron hay ciento y veinte y nueve casas habitables, dos paneras, un palomar y trece suelos de casa: y que aunque es de señorío no se le paga por el establecimiento cosa alguna.
En Solanilla Sobarriba (León):
17.- A la diecisiete, que hay dos palomares vivos, ambos de D. Manuel Álvarez de Losada, cura y cada uno utiliza al año veinte reales, también hay otros cuatro muertos; uno de D. Isidro de Robles, otro de D. Francisco Franco, otro de Ángel de Llamazares, ausente, y otro de Don Juan López, cura de Carbajosa, y utilizarían lo mismo que las otras, si estuvieran con el ganado necesario.
Se encuentran otros pero no tienen cabida aquí.
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Villafáfila,Zamora |
En la construcción se empleaban, obviamente, los materiales que se encontraban en las proximidades y casi no tenían más gasto que la mano de obra. Los propios de Casas de reconocida importancia eran edificaciones exentas, cerradas, de planta geométrica, generalmente con patio interior y, en ocasiones, con tejados a diferentes cotas. De hasta 4 m de altura, con huecos –nichos- abiertos al interior para que aniden las aves y otros al exterior para su libre circulación.
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Carbayo, Cangas del Narcea |
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La Piñera, Oviedo |
En Asturias se situaban cerca de la casa y a vista del dueño.El uso y disfrute de palomar fue un rasgo de distinción de las clases sociales más pudientes. Su tenencia estaba regulada y el tiempo, que todo lo metamorfosea, acabó convirtiendo en problema el mantenimiento de los palomares porque era una carga difícil de soportar y la presión sobre las ciudades de las palomas. La posesión de palomares era un privilegio reservado a los señoríos, "derechos de palomar", y los señores podían ceder a sus súbditos el cuidado de los palomares a cambio de la mitad o una parte de los pichones y la palomina; para el granjero quedaban los daños ocasionados por las palomas (supongo que buscaría la forma de repercutir en su señor los perjuicios, algo parecido al ciego y su lazarillo en el episodio de las uvas)(3).
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Palomar en Biedes, Llanera |
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Palomar en Grado |
Las más frecuentes en los palomares de Tierra de Campos han sido la bravía (Columba livia) y la zurita (Columba zurita).
La primera domesticación conocida procede de los faraones de Egipto y abundantes son los testimonios de esta práctica en Creta, Grecia, Roma... En la E. M. la cría de palomas era uno de los ingresos del señor y el palomar solía ser una de las dependencias de las mansiones. Palomares se encuentran en toda Europa, centro y oeste de Asia.
Enrique IV en las Cortes de León y Castilla en 1465:
[…] vuestra alteza sepa que en muchos logares deste rreyno avian e han por cosa de gran utilidad fazer e tener casas de palomares para criar e tener palomas, de que allende de sus duennos se proueyan […] suplicamos a vuestra rreal sennoria quele plega de ordenar a mandar que ningunas personas non sean osadas de matar las dichas palomas ni las tomar, mandando castigar e penar alos quelo contrario fizieren delo qual se seguira que enlos logares son dyspuestos para criar las dichas palomas […], e hordeno e mando quel quelo contrario fiziere que el mismo fecho pierda la ballesta o rredes e armancas e sa de la persona o personas que gelo tomaren, e que por cada paloma pague sesenta mrs. La mitad para el duenno de las dichas palomas e la otra mitad para el juez quelo […]
Las torres con miles de palomas se extendieron por toda Europa hasta la Revolución Francesa, en que fue abolido el derecho, y pasaron a los terratenientes porque en la extensión de sus tierras las palomas podían alimentarse(4).
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Granda, Las Regueras |
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Camuño en Salas (M.Esther Miranda) |
Nada hay únicamente asturiano o nos meterían en un zoo: ni los hórreos ni los palomares, los molinos, la tonada, la gaita, o la trashumancia. Los palomares se estimaban en Francia en el s. XVIII en 42.000; a Inglaterra llegaron con los normandos y a mediados del s. XVII, había unos 26.000; y, naturalmente, se atraía a las palomas vecinas para la bandada propia o para la inmediata comida, claro que los riesgos de sufrir castigos duros era elevado. En Irán abundan los palomares en las regiones de Ispahán y Yazd. Los excrementos estercolaban los famosos melones de Ispahán.
Los palomares seguían los cultivos de grano y fueron particularmente numerosos en Castilla.
Abunda la documentación histórica sobre los palomares, pleitos que originan y legislación al respecto:
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Título de la unidad: "Provisión a petición de Fernando de Cisneros, escribano de Cámara, vecino de Paredes, para que le sea guardada la ley sobre palomares, dada por Enrique IV en las Cortes de Salamanca de 1465, que se inserta." Signatura: RGS,LEG,148710,37 (imagen I)
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En todas partes cuecen habas y también en Asturias:
Causa formada contra Manuel Valledor por el robo de palomas, granos y otros enseres de Carlos Sierra en San Martín del Valledor (Allande).
Real provisión de la Real Audiencia de Oviedo trasladando para su cumplimiento la Carta Orden del Supremo Consejo del 4 de junio de 1778 sobre caza de palomas con escopeta. 1778-6-4/1778-8-23.
Carta orden del Regente de la Audiencia de Oviedo remitida a la Justicia Ordinaria del concejo de Caravia en la que traslada para su cumplimiento la Real Pragmática-Sanción de 16 de septiembre de 1784, relativa al establecimiento de reglas que eviten los daños que provocan las palomas en sembrados y mieses durante las estaciones de sementera. (Archivo Histórico de Asturias).
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Yernes |
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Baíña, Mieres |
Los palomares se hacen presentes en cualquier paraje cerealístico formando parte del paisaje. Ni su arquitectura, ni el comportamiento de sus moradoras encuentra espacio en esta entrada, serían necesarias otras muchas y muy amplias para cubrir una pequeña parte de su extensión.
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Láneo, Salas |
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Peneda, Tapia de Casariego |
Se trata aquí de entender que en el paisaje, tras un palomar, hay una historia de repliegues económicos y sociales que retratan sobras (y sombras) del pasado cercano: trazabilidad. Se ha de observar la presencia o ausencia de ventanucos y la del círculo de piedras que los rodea para que las aves tomen suelo; no confundáis las torres con saeteras, militares, sin losas de aterrizaje, también circulares, como las de Proaza, Bandujo, Báscones u Olloniego; su pasado también afectó –por las buenas o por las malas- al paisaje y a sus paisanos, pero esas son otras historias.
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Saeteras en la Torre de Proaza |
(1) Rica en nitrógeno y ácido fosfórico, se empleaba para abonar cultivos exigentes; se majaba para pulverizarla y se volcaba al campo en tiempo lluvioso para diluirlo; palomina de Tierra de Campos se vendía por tm a los levantinos para los huertos de naranjos. En algunas regiones se negociaba en los contratos de arrendamiento en aparcería e incluso en los de dote.
(2) Arte General de Granjerías(1711-1714). Fray Toribio de Santo Tomás y Pumarada. Museo del Pueblo de Asturias, 2006.
(3) El palomar del castillo de Hagnou ‘vivió’ hasta 1832, y los 3.200 nidos eran atendidos por 6 personas. En el de La Breña se calcula que hasta 12 personas trabajarían. El tamaño del palomar estaba siempre en relación con el de la finca, a razón de ½ ha por nido.
(4) Son de gran capacidad de reproducción y su carne es fácilmente conservable como animales vivos y de gran interés cuando los grandes viajes de la navegación a vela. Algunos palomares grandes se encuentran cerca de grandes puertos: Angot, Brue Auriac y quizá La Breña, en Cádiz, tuviera igual finalidad.
TEXTO Y FOTOGRAFÍAS DE MANUEL ANTONIO MIRANDA ÁLVAREZ SALVO ADVERTENCIA EXPRESA
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